SEnOR
NUESTRO.
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,, prestadQ del hombre el testimonio; tengo un testimo–
" nio su peri r al de Juan: fuera de que las obras que
,, hago testifican bastante que soy enviado
r!
1
Padre: el
,, mismo Padre que me envi6, dió por sí mismo testimo–
,, nio de mí. Leed atentamente las Escritu ras, y hallaréis
,, que todo lo que han d'cho del Mesías , se cumple en
,, mí, no penseis que sea Yo quie,n deba acusaros delante
,;de mi Padre: teneis otro acusador , este es el mi smo
,, Moysés en quien esperais; porque si creyeseis
a
M y–
" sés ' quizá me creeriais tambi en
a
mí; pues de mí fue
,, de quien escribió todo lo que leeis.
,, Os esca ndalizais porque he curado
a
los enfer- –
;, mos en Sábado, y porque mis Discípulos acosados
,, del hambre , arrancan en dia de Sábado quatro es–
" pigas , las desgranan
y
frotan en sus manos , para
,, encontrar en sus granos un ligero alimento:
(s)
t,
No
,, habeis leído que David quando tuvo hambre, comió
,, de los panes .que habían sido ofrecidos al Señor,
, aunque esto no· era permitido
a
los
legos ~
i
Los mis–
" mos Sacerdotes ,
y
los demás Ministros del T emplo
,, no vio'lan el descanso del Sábado en Jas d iversas fon–
-,, ciones de su ministerio
~
Si la Ley , pues, que pro-
" hibe todo trabajo en este dia, no habla con los Sa–
" cerdotes que están ocupados en eJ servicio del Tem–
" plo,
menos hablará aun con mis Discípulos,
a
quie–
" nes la necesidad de seguirme, y
Sil
aplicacion
a
las
,, funciones evangélicas estorvan el que hagan preven–
" cion para tener que comer . el Sábado. Ciertamen te
,, que Yo soy mucho mas que el templo: sabed que soy;
,, el µeñor de Ja Ley de'l Sábado, y que puedo dispen-
.,., sarde ella del mis1ño modo que mi Padre dispensa. "
§.XXI.
(s) Math.
12.
&
Marc.
2 .