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VIDA
DE CHR.ISTO
los de Juan que bautizaban en Enon , junto
a
Salim,
fu r n
a
decirle que Jesus bautizaba tambíen al otro
lado del
Rió,
y que todo el mundo corría
a
é l : me
.alegro, respondió el Precursor ; es mucha razon que
!e
dcxe al arroyuelo ' y .se vaya
a
la fuente; yo
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tengo nada que no lo haya recibido de él ; él es el es–
poso, y yo solo soy el paraninfo , esto es ,
el
amigo
del esposo que lleva la esposa : es necesario que él
crezca, añadió,y que yo me disminuya : vosotros soys
testigos que yo he dicho, que no soy yo el Christo del
Señor, sino que soy enviado delante de
él.
t,
No debo,
pues,alegrarme de que todo el Mundo lo reconozca por
lo que es ,
y
le siga
?
El ha baxado del Cielo ,
y
yo no
he salido sino de la tierra : el que viene del Ci lo es so–
bre todos, y su lenguage es todo celestial : el
g
ue viene
de
la
tierra es terreno, y su lenguage es asimismo ter–
reno: el que viene del Cielo es sobre todos ;
y
por mas
sublime y superior que sea su doB:rina
a
nuestras débi-
-1es luces , debe ser creído, pues no dice síno lo que ha
visto , y
lo
que ha oído.
¡Ay
de aquel que no recibiere
sü
testimonio! Porque
el
que
~Dios
ha envi_ado , dice las
mismas cosas que Dios-; pues Dios no
le coml,mica su·
espíritu con reserva. El Padre ama al Hijo , y ha pues–
to en su mano todas las cosas : el que cree en el Hijo
posee la vida
etern~;
pero el que no quiere creer
en
éJ,
será eternamente maldito de Dios, y la ira de Dios no
-se aportará jamás dé él.
(m)
E ste fue
el
testimonio públjco
y
autént ico que
dió Juan de la divinidad de Jesu-Christo
a
todos sus
Dis ·ípulos , p cos días antes de su prísion. No pu–
diendo este pregonero de la verdad y de la justicia de-
xar
(m)
Joán.
2.