°SEñOR NUESTRO.
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...
§.
XV.
LAS MARAVILLAS QUE . :fESU-CHRISTO
obra, demuestran que es el l\!Iesías
. .. ,
prometido.
!
TOdos estos prodigios llevaban en sí un caráél:er
·
' demasiado expreso de
1o
que había de ser el
Mes!as, para no hacer juzgar
a
todas las gentes que.
J
su..:Chri sto era el que estaban esperai:tdo ; hasta los
··demonios quando salían de los cuerpos, publicaban
que solo el Hijo de Dios pod!a tener sobre,ellos tanto
~ imperio;
solo
.1os Doél:ores de la Ley
y
los Sacerdo–
... tes · como hombres terrenos
y
carnales , se imagina
4
ban que el Mesías prometido debía volverles, y aun
aumentarles su antiguo esplendor ; que debía subyu...
gar a sus enemigos , como lo hacen los Conquistado–
res de la tierra ; que debía llenar a los herederos de
Jacob, de gloria
y
de riquezas temporales; que debía
domar a
los
Gentiles
a
fuerza de armas, abatir a Ro–
ma orgullosa con sus viétorias, y repartir sus despo–
jos entre los hijos de·Judá. Prevenidos de este error,
jamás querían ·rendirs.e.
a
unos testiruonios tan auténti-
·cos
y
concluyentes. . Sordos.a · la.voz -de tantos prodi–
gios , desdeñaban el ayre y el potte humilde , pobre,
y
modesto de Jesu-Christo,
y
aun menos podfan su–
frir ·la santidad de su ,doéhina ., .la que .no les prometía
sino bienes espirituales; y ved aquí lo qµe inflamó en·
ellos aque.lla envídia y aquel ódio mortal , que pro–
fesáron siempre contra. el Salvador, y aquellfl por...
fi.ada .obstinacion -en
tenerlo por un falso Profeta;
:· :Pe-