$EñOR NUESTRO.
. 195
n
l
a
egurnba.
Para
calma r
bs
ihqu
iefudes de su
conciencia ,
y
serenars~
, se habian imaginado que si
p od ia r;i
conseguir
el
prenderle ,
y
haced!
morir en
una Cruz,
seria
esta una prueba visible de que Jesus,
lexos de ser
el Mesias , era un impostor, Asi discur–
rjan por
la.
falsa persrnision en
qu·e
estaban , de que
de~iendo
el Mesias
reynar
etern~me nte
, no podía
morir
con una muerte ignom¡niosa,
Por
esto, viendo
al Salvador
a
punto de espirar en la Cruz, le d eci n
in sultandole ;
Si
eres
el
Hijo
de Dios , baxa de la
C ruz : Si es el Mesías ,
ba~e ahor~
de la Cruz
1
y
c reeremos en
él,
·
===
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§.
XLI X,
ENTREGA
J-UDAS A
SU
DIVINO
MAESTRO
por ta· suma áe treinta
din~ros,
H
Abiehdose , pues juntado
en
casa
de Cayfás
los
Príncipes de los Sacerdotes ,
y
los Escriba
y
Fariséos, concluyeron que se debia prender
a
J esus,
y
quitarle Ja vida; pero como temian al Pueblo, el
qual
lo
tenia en una
gran
veneraci0n, resolvieron de–
xar pasar ta fiesta de Pasqua, no fuese que se levantá·
se
algun
tumulto en el Pueblo en un tiempo , en que
toda Ja Ciudad
estaba
llena de estrangeros, los que no
lo miraban con menos veneracion que los mismos ha–
bitadores. Pero el Salvador , de quien el Cord ro P
s:..
·qual era figura tanto tiempo había, tenia detenninado
morir el día
ce
Pasqua; por esto permitió que el de-
·mon10 , cabeza invisible de la conspiracion ,
y
que
Bb
2
te-