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VIDA DE·
CHRIST~
Era
Lazaro un hombre de distincion entre los·
J
1-
dl.os; vivia en Betania, Aldéa de la Judéa, cerca de
Jerusalén ;-' con sus hermanas Marta y Maria , Disci–
pulos todos tres del Salvador , el qual amaba
a
esta
santa familia,
y
se había h0spedado algunas veces en
su casa. Habiendo Lázaro caído enfermo de peligro,
sus hermanas se lo avisaron a Jesus por un proprio,en–
viandole
a
decir solamente:
Que aquel
a
quien amaba,
estaba
enfermo.
(a)
Recibida la noticia, respondió Jesus
que aquella enfermedad no era de muerte , sino para
gloria de Dios,
a
fin que el Hijo de
Dios
fuese por
ella glorificado. Detúvose todavía dos dias en el mis–
mo lugar, el que se cree era Betabara: al cabo de los
dos dias dixo
a
sus Discipulos : Volvamos
a
la
Judéa •
.¿,Cómo Señor, le dixeron: Ha tan poco que· los Ju–
díos te querian apedrear, y quieres volver a un país
en donde no desean sino perderte? Dióles
a
entend r
Jesus, que nada se emprehendería contra él, sino quan–
do él lo permitiera. Dixoles despues : Nuestro ami–
go Lázaro duerme; pero voy
a
despertarlo. Si duer-
.me, respondieron ellos, escapará de su enfermedad.
Llamaba J esus sueño
a
la muerte de Lázaro, porque
sabía muy bien que no le costad.a mas el resucitarlo,
que el despertar
a
un hombre que duerme' y está sa–
no y bueno. Entonces Jesus les dixo abiertamente:
Lázaro ha muerto : y me alegro por vosotros no ha–
.berme encontrado allí '
a
fin que vuestra fé sea mas
perfetla. El Salvador no llegó
a
Betania hasta quatro
días despues de estár enterrado Lázaro. Como Betania
estaba .cerca de Jerusalén , habían ido muchas perso–
nas dé dicha
Ciu~ad
a
consolar
a
las dos hermanas en
fa
(a)
Joan.
11.