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22

A B R 1L.

Profetizó la toma de Constantinopla,

y

mandó en

nmn–

bre de Dios al Rey de Nápoles ; que atacase

á

los Turcos,

y

los echase de Calabria, no obstante la gran desigualdad

de sus fuerzas ; pero verificó la profecía una completa vic–

toria. Pronosticó al Rey de España , que expelería

á

los

Moros de sus Estados ,

y

que

á

sus mismos ojos reco–

brada el Reyno de Granada. Movida la hermana del San–

to de un amor desordenado, estorbó

á

un hijo suyo , que

entrase en la Religion de sn Tio : n1uere el muchacho

dentro de pocos dias , tráenle

á

enterrar

á

la Iglesi.1 del

Convento, cántanle el Oficio de Difuntos ,

y

quando iban

á

n1eterle en la sepultura , ordenó el Santo , que lleva–

sen el cad-1. ver

á

su Celda. Hizo oracion ,

y

resucitóle.

La

pobre tnadre llena de dolor vino el dia siguiente al Con–

vento

á

consolarse con su Santo hennano: confesó , que

era justo castigo del Cielo ,

y

que si no

h~1viera

estorba–

do

á

Sll

hijo ' q•le fuese Religioso ' sin duda viviría.

r

bien

,

la dixo el Santo,

~

darias ahora tu consentimiento? ¡Ah,

henmano mio

(re -;

) dió la afligida nudre)

y

com? que le

·

daria

;

pero

_vá

vie

~

muy tard '!. PueJ ag-yarda un poco

,

la

replicó Francisco : súbese

á

la Celda , da el hábito al

so~

brino , baxa con él ,

y

preséntasele

á

la madre. Este fué

el célebre !?adre Era

y.

Nicolas de Aleso , qne acompañó

á

su

Tio en el via3e

d~

Francia, donde n1urió con grande fa-

111a de santidad.

A

vista. de tantas n1aravillas , no hay que · admirar hu–

viese hecho en todas partes tan portentosas conversiones.

2

Qui9n se havia de resistir

á

un Profeta tan poderoso en

obras , y en palabras?

Informado el Papa Sixto IV. de los prodigios , que obra...

ha aquel hombre extraordinario, y de los progresos , que

hacia su Instituto en Sicilia , y en Cabbria , quiso verle ;

y

exaniinada su regla , la aprobó sole1nnemente por una Bula

expedida en

2

5.

de Mayo de

147

n01nbrando

á

Francisco

por General de toda la Orden.

No es posible comptehender cómo

un

hombre solo

podia atender

á

tantos negocios , y

á

tanta n1ultifud de

diferentes acciones

1

capaces de cansar las fuerzas de nlu–

chos,