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1
A
I~
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nobis.
Estas ligeras ,
y
momentaneas tribulaciones, que apé–
na5 ·nos aflirrcn quando desaoarecen , nos producen un pe-
o
'
l
.
so eterno de gloria, en grado tan excelente , que es snpe-
·rior
á
toda medida. Acuérdate en
fin ,
que el misn1o Dios
quiere ser
el
premio de lo qne hacemos por él :
Ego ero
merces tua.
2
Parécete, que no quedarémos bien pagados
á
este
precio~
Haz continuamente estas reflexiones : no
hay
razon , que pueda resistidas ; y nada te puede costar el
fa–
nlil-iarizarte .con ellas.
D 1
A
S E
G
UN D O.
San Francisco de Pauta
,
Confesor.
San Francisco de
PJ.ula ,
ornamento ,
y
n1ilagro
des~
siglo , nació en
P-anl-a ,
Ciudad pequeña de Calabria,
el
año
de
14
r
6.
de
[;
milia honrada ,
y
de
as
9
as virtuosas de
aquella Ciudad. acobo Martoli la , por otro nombre Sa–
licon ,
y
Viana de Fusca do , sus padres , s persnadiéron,
que este hijo era fruto de un voto, que havian hecho
al
Señor , por in ercesioJ1 d San Francisco de Asis ,
cuyG
nombre le pusiéron :
y
Juviendo advertido , q·Je
el
niño
tenia en nn ojo una nube , que le etnbarazába la vista
7
hi–
ciéron nueva promesa al Señor de vestirle por un año el
hábito del n1ismo San Francisco,
y
qae durante este tiem–
po se crilse en uno de su5 Convento3 ;
y·
luego se le des–
vaneció la nube.
Quiso la piadosa n1adre criar por sí n1isma
á
su hijo,
y
cuidar de su virtuosa educacion. Dejóla poco que ha–
~r
la divina grada, porque el niño F.rancisco havia naci–
do tan 11aturaln1ente inclinado
á
la virtud , que todos sus
~ntrerenimientos
eran hacer oracion ,
y
estarse en Lls Igle–
sias. Anticipóse la devocion
á
la razon; c01nenzando des–
d.e sL!
ma~
tierna infancia aquella penitente vida , que con–
tmuo hasta la n1uerte.
No conrribuyéron poco
á
fomentar su devocion
lo~
buenos exetnplos ,
que
observaba dentro
de-
su casa.. Sus
c.
vir-