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~o
.A
B R 1 L• .
n1isn1o form6 el plan , le dejó las dimensiones ,
·y
desapa–
reció: lo que hizo creer piadosamente al Papa Lean X.
que
el
R.eligioso , que se havia aparecido , havia sido
el
111isn1o San Francisco de Asís.
No se puede ponderar el ard'or ,
y
la fervorosa apre–
surad~
ansia con qne los Pueblos del contorno concurrían
á
porfia
á
adelantar
la
obra del Monasterio. Venían
á
tra–
bajar tropas enteras de Oficiales por su propria devocion,
sin
ser gravosos
á
Francisco , ni al Convento. Los jóvenes
de la primera di ·tincion ,
y
aun las n1ismas Señoras ,
y
Da–
nlas principales llevaban sobre sus delicadas espaldas las es–
puertas ,
y
el ripio para el cimiento , que servían
á
los
Albañiles ,
y
despues los pagaban ellas ,
y
ellos los jornales,
siendo muy pocos los· que no quisiesen tener parte en este n1a–
ravilloso edificio .; pero lo que n1as
le
adelantó ,. fuéron los
n1ilagros ,
g __
~Je
obró
el
Señor por intercesion de nuestro
Santo.
Uno
d
os tes igos , en el proceso ae Cosenza para
su
canonizado
~
epone , que havléndose hecho llevar al
Santo por un vehen1enre dolor, que sh1tió en· un 111Uslo,
cuya viole
-eia.-,
no solamente le i1npedia el andar, sino que
no le ermitia renerse en pie: Francisco , despues de ha–
verle asegurado, que aquel dolor era castigo del Cielo por
el poco respeto , que havia tenido
á
su n1adre, le mandó,
que él solo llevase
á
la obra un andamio
de
tan enorn1e
peso , que 111uchos hombres apénas le podían
n1o~er.
No
· pudo contener la risa el enfern1o al oir semejante propo–
sicion ; pero el SJnto le dijo :
Por caridad haced lo que os
mando, que bien podeis.
Obedeció sin réplica , cargó sin di–
ficultad con toda aquella n1áquina , llevóla
á
la obra ,
y
qnedó del todo sano.
ViQiéron
á
decir
á
Francisco, que un
hon~o
de cal se
havia abierto por diferentes partes con la violencia del fue-
go ,
y
estaba próximo
á
arruinars·e. Corre al horno , entra
en
él intrepidamente , anda entre las llamas cerrando las
rendijas ,
~
remédialo todo ,
y
se sale con grande serenidad
sin la mas leve lesion.
Parece, que poseía el don univetsal de n1ilagros. Des–
pren-