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cosa tan buena es serviros ! ¡O ; Señor , y qué buen anio
sois!
Euge, u~ve bone , & fidelis. Ea, que eso va bien, fiel,
y baen siervo n1io. ~Con qué bondad alienta el Señor á
sus mas humildes siervos~ Supra multa te comtituam : por
esa tu fidelidad en cosas pequeñas , yo te elevaré a las
n1ayores honras. ¡Qué promesa de tanto consuelo! Pre- ,._
mia Dios sus mismos dones; ¡pero ·con qné liberalidad los
premia! ¡Qué solidez , qué dulzura , qué deliciosos gustos
no acompañan a este premio! ¡Y despues de esto seran
1nenester gr.mdes razonamientos para convencernos , qt~e
debemos servir a tan buen amo! ~Dónde esta nuestra Fé,
dónde esta nuestra razon ~ .· l.
•• J , " j ;
PUNTO SEGUNDO.
Considera, no solo con qué bondad., sino con - \ qltr~
priesa , digámoslo así , premia Dios anticipadamente 1o ~ que
se hace por é . a az de la conciencia mas . c-'tqti~ira ¡ rnas
deliciosa , que todo Huanto encanta ' los.1sentido$ ;!t el .fx:an~
suelo interior ' COI1 el qual no tienen tomparad~n :to:dos
los profanos gJIS el mundo , son la rentar¡fixa :Oé_ las
almas virtuosas. Gnstan cierta alegria pura, hall~n -n_o .! sé qup
só:lida gloria hasta en los m:isn~os i@s ._; y. abatimien..,.
t os. Todas las cosas sirven al que sirve · a Di~s cph perse~·
verancia · ,; · ,_ · · ··
• .... 4
Sin hablar de aquellas bendiciones tem,po.rale~, de aque•
I!Js visibles prosperidades , que reynan muchas veces en la
casa del justo ; pongamos los ojos en aquel s:tlario, que
se reserva para la vida eterna, en aquella preciosa coro~
na , en aquella superabundancia de bienes , en aquella in–
mensidad de p-remios eternos.
¡ Por un vaso de agua una bienaventuranza sin fin ! ¡Por
qnatro Iagrimas derramadas por las miserhts proprias , ó
agenas ) el gozo etern_o del Señor ! .¡Por una vi-.
sita hecha aun enfermo , a un encarcelado , el mismo Dios
por recompensa !
Echa aquella pobre viuda en el gazofi.lacio del Tem...
plo