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ABRIL.

El Evangelio es del cqp{tulo

12.

de San Lucas.

I

N illo tempore

:

dixit Jesus

discipulis Sllis. Sint lmnbi

-vestri prcecincti

,

&

Lucernce

ardmtes in manibus vestris. Et

vos símiles hominibus expect,m–

tibus Dominum suum quando

revertatur

a

nuptiis: ut cum ve–

nerit,

&

pulsaverit

,

confestim

aperiant ei. Beati servi i/li quos

cum venerit Dominus, invenerit

-vigilantes. Amen dico vobis,

']UOd prcecinget se

,

&

Jaciet

illos discumbere

,

&

transiens

ministrabit illis. E t si venerit

in s6'czmda vigilia

,

&

si in ter–

tia vigilia vmerit

,

6-

ita inve–

nerit: beáti szmt serví illi. Hoc

autem s itote, quouiam si sciret

paterfmnilias, qua hor

~1

fur ve–

niret

,

vigilaret utiiqz e

,

&

non

sineret perfodi domum suam:

(,4-

vos estote paráfi, c¡ui ·qua ho–

ra non

put~-1tts

,

filius )zQminis

veniet.

E

N

tiempo que

Jesu-Christo

predicaba su celestial

Doctrint~,

dixo

á

sus Discípulos : tened ceñidos

vuestros lomos,

y

en vuestras ma–

nos hachas encendidas. Y sed seme–

jantes

á

aquellos hombres, que espe–

ran

á

su Señor quando vuelva de las

Bodas : para que q!!mdo veng'l ,

y

llame á la puerta, le abran al instan–

te. Bienaventurados aquellos siervos,

que quando viniere su Señor les en–

contrare vigilantes. En verdad os di–

go , que en este caso se

ceñi.rá

él

mismo, los hará sentar á la mesa,

y

pasando les

~ervirá.

Felices si así los

encuentra , aunque venga en la se–

gunda ,

ó

tercera vigilia de la no–

che. Tened esto entendido , por–

que si supiese

el

padre de familias

la hora en que pudiera venir

el

la–

dran , velaria sin duda ,

y

no

le

dexaria escalar su casa : estad pre–

venidos , porque el Hijo del hom–

bre vendrá en la hora que no pensais.

M E D I T A C I O N.

De la pronta obediencia á la voz de Dios.

P U N T O P R 1M E R O.

Considera , que del 1nisn1o modo que Dios tnerece

ser obedecido, merece serlo sin dilacion. Toda obediencia

forzada le es desagradable ; porque la obediencia n1énos

pronta ,

á

lo ménos siempre es señal de indeferencia ,

y

no pocas veces de desprecio.

.

Las órdenes de Dios no admiten réplica ;

~

pues quién

podrá con razon diferir el obedecerlas

?

Quando Dios nos

manda algo, (ignorará por ventura nuestra calidad , nues–

tra