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DIA V.

87

recer como característica en él la virtnd de la pobreza.

Desde

el

Púfpíto se iba derecho al Confesonario ,

y

nunca supo

q~1é

cosa

era

aceptacion de personas. Hacién–

dose todo

á

todos , ganó. minares de almas para Jesu·Chris–

to ' correspondiendo siempre su fervor

y

su devocion

a

sti

mortificacion ,

y

á

su zelo. Siempre que se dejaba ver en

el

Altar se derretía. en tiernas llgrimas ; celebraba el San–

to Sacrificio de la Misa con tanta fé , con tanto respeto,

y

con tan visible

~unor

á

Jesu-Christo , que le infundia en

todos los circunstantes

~

la tierna devocion

a

la Santísima

VÍl:gen fué ,. digámoslo asf

~

la de.vpcion de su cariño ,

y

la

que inspiraba con mayor cuidado

á

todos sus peniten–

tes. Tal era

et

Ministro, qne havia escogido Dios para lle–

var por

el

mundo su Divina pal'abra..

Llegando

á

notida del Rey de h1glaterra las maravillas

qne· obraba el Señor 'por su fiel Siervo , le escribió una

carta en términos

muy

respetosos , y le despachó un Gen–

til-

Hombre para suplicarle le hiciese el

gu

ro de extender

hasta su Reyno los efe tos de su Apostólica caridad. Man–

dó. equipar un navío

sus Reales expensas, y le· embió

a

las costaS de

Ft~am~ia

para que se embarcase en él nues–

tro Santo , ' quien hizo en su recibimiento mas honores

que los que baria

á

un Soberano•. Predicó en las

princi

pa–

lei Ciudades de Ingtaterra , donde hizo tantos prodigios

como los que havia hecho en todas partes. Haviendo vuel–

to

á

Francia, corrió muchas Provincias de aquel Reyno,

y

Siempre· con igüal fruto. HalLindose en Bonrges el

año

de

1417.

recibió cartas de Juan

V.

Duque de Bretana, en

que le suplicaba pasase· á hacer Mision

á

sus Estados.

Er.

todas las Ciudades de aquel Ducado se le hizo el mism0

recibimiento, que se pudiera hacer al mismo Sumo Pon–

tífice. El Pueblo , el Magistrado íormado en cuerpo de Ciu–

dad ,

y

hasta los mismos Obispos salían

á

larga distancia

~

recibirle : quando se acercó á la Corte , salió el Duque,

y

la Dnqllesa con toda ella hasta media legna,

y

le con–

dnxéron como en trinnfo

á

la Ciudad.

En

toda la Bretaila ,

y

en toda la Normandía se reconoció muy presto

la

ge~eral

reformacion de costumbres en la Nobleza , en el' Clero ,

y

en