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grandeza vuestra. Por eHa nacisteis
y
vi"visteis siem–
pre en
la
inocencia mas perfecta : por
ella mo •
risfeis
sin
p.ecado
á
los ojos mismos
de
aquel
que
Juzga
las
justicias : p,or
ella
di vidis
hoy
la
gloria
del
Altísimo ,
y
sois
la
soberana
de
su
rcy,no.
Pero
permidme qué
os
diga
que
t0dos somos hermanos de
J
es u-Gris-to : que
si
sois
ma-.
dre suya; sois madre
tle
todos los hombres :
y
qu.e
esa di.estra · omn1poten te
que ·
en consideracion á vues..
tro hijo pr:lrrrogéoito .,
obró en Vos tamaña maravi–
lla , puede en ·corisidcracion
á
Vos.., ohrai' otras
mu–
chas en
ei
resto ' de vuestros hijos.
Y
¿
se podrá ·Creer sin ·
crf
men que la
qua–
lidad
i:nagnlfic~
de madre
de
bios
·le
haga mirar
'Con desprecio la
'de nuestra madre comun
!
¿Verá
ella con iiidiferencia perecer
á
sus hijos
los hom–
bres ., por quienes ofreció tan generosamente· en
el
Cal vario
el
s~orificio
de
sti
Id.jobios? ¿Acaso
se
habrá olvidado
·de que
soh1os
sus
hijos , despues
de
la
ad \'ertencia que
j
est.1s le hizo
al
tie~po
de
morir,
---...
err
la
pe,rsoha
del
discípulo amado ?
Ecce filius tuus.
¡Retiraos de ·mi pensamiento , blasfemias tan .
injuriosas
á
l\1aría
!
Desde el seno de la felicidad
donde habita, siempre está arrojando
sohr.e
la
tier-
4·