LA PROP HECIA
DE
ISAIAS.
ignoravit nos: tu, D omine, Pa–
ter noster , Redem pto r noster,
a saeculo nomen t uurn.
17
i
Qua re er rare
~s
feci–
sti, D omine , de viis tuis : in–
durasti cor nostrum ne
tii]le–
remus te ? convertere propter
servos
tuos , Tribus hereditatis
tuae.
i8
QU8si nihilum
sede-
runt Populum sanctum
tuum:
ho tes
nostri
conculcaverunt
sanctificationem tuam.
19
Facti . umusquasi in prin–
cipio , c lfm non
dominareris
nostri , neq ue invocaretur no–
~n
tuum super nos.
(·
•
Como si dixera: Abraham y Jacob
fueron nues tros padres , as! lo confe,a–
mos ;
~
pero que tienen
qoe
ver
esto~
con
"tlOS
?·El cuidado que pudieran te er de
nosotros , o el socorro que pu&ieran dar–
nos ,
~
que tiene que ver con lo que vos
podc is hace r a favor nnestro ? Vos ,
To~,
Senor, sois nuestro
verd~dero
y uni co Pa–
dre ; vos nuestro Redeotor
y
Salvador;
y es te es vuestro nombre desde toda e–
tern idad. Con este lugar pretenden apo–
yar los Hereges su error contra la invoca–
cion de los Santos , teoien@ole; por supcr–
.flua e inutil , di ciendo , que los Santos ig–
noran las cosas que pasan entre los mor–
t:il es. Pero se Jes responde con
S. G
~6-
NYM:o ,
que de este lugar se infiere t do
lo cont rario. Abraham
y
Jacob
di~en
, no
nos conoce n , nos desprecian ,
y
no ha–
c:en caso de nosotros ,
mir~ndonos
como
unos h
··u.
s bas tardos , y que hemos dege–
ner ado de su fe : luego confiesan que te–
nian notici a de sus costumbres depravad as
y
corrompidas. En el
Lib.11.
de
los
Ma–
cab. Cap. ult....
se dice, que Jeremias
y
cl Pontifice
Onfa,
cuidadosos del e11tad?
ci61,elsraelnosupode nosotro
:tu,
Sefior, eres nuestroPad re, nue tro
Reden tor, desdeel siglo tu nombre.
17
2Por que, Senor, no de–
xaste de viar de tu s Caminos: en–
dureciste nuestro corazon
2
para
que note temiesemos? vuelvete
a nosotros a causa de tus
siervos,
que sornos lasTribusdetu heredad.
18
N uestros enemigos como
cosa de nada
3
se han hecho due–
iios de tu Pueblo santo: hollaron
tu Santuario
4.
19
Tornados somos
s
como al
principio , antes que fueras nues–
tro Rey, ni se invocaba tu nom–
bre sobre nosotros.
de! Pueblo de Dios , roga ron por
el.
~
Se di ce ,
que
Dios nos hace desviar
de! camino,
y
q ue endurcce nucstro co–
razoo , quaudo obra en nosotros o acer«a
de
nosotros aquell as cosas qne por nues–
tra malicia , ignorancia o .flaqucza nos so11
ocasiones de error o de obstinacion en
el
pecado;
y
en
e~te
sentido
permite
el ma!:
No permitais pues, os ruego Senor , que
nos desviemos ya de vuestros caminos ,
o
que nos obstinemos en el pecctdo ; apa.i:–
tad de nosotros el error
y
dureza de co–
r azon; haced que os "temamos. Habla el
Propheta en persona de! Pueblo:
y
lo mis–
mo se ha de eotender en lo que se sigue.
3
Como si foesemos de ningun pre–
cio. El Hebreo :
Poco tiempo-posey6
la
tierra
~ue
le habias dado.
El Pueblo
san–
to tu§b o
de
tu
santidad.
4
Tu Santuario , _tu santo Templo.
5
Nos vemos de
ti
abandonados
co–
mo en otro tiempo nos abandonastes en
E gypto , antes que nos llamases a ser
Pueblo tuyo,
y
nos pusies<>S baxo de
tu
dominio
y
seiiorfo; fotes q ue fuesemos
nosotro' bijos tuyos
y
heredad tuya.