LA PROPHECIA DE ISAIAS.
r equiem dederit tibi D_eus a
la–
bo re
tuo et a concuss10ne tua,
et a servi tute dura qua
ante
servisti:
4
Sumes
parabolam
istam
contra Regem , Babylonis , et
dices :
i
Q uomodo cessa vi t exa–
Cto r , qu ievit tributurf1 ?
5
_ rivit Dominus bacu-
lum imp:i:orum ; virgam domi–
nantium,
6 Caedenteril. Populos in in–
dignatione
, plaga
insanabili,
subiicientem in furore gentes,
perseqtientem crudeliter.
7
Conquievit et silui t omnis
terra, gavisa est et exultavit:
8
Abietes
q uoq ue
laeta~e
sunt supe
te , et cedri Libani:
ex quo dorrnb5ti , non ascendet
qui succidat nos.
9
Infernus subter
conturba-
1
Usaras de este discorso fi gurado.
El H ehnfo :
L evantaras
,
.t ntaras es ta
caricron sentenciosa. Los
LX'X .
'T'OV
ep,,,–
l!~V ,
esta endecha
: esta lamen tacion .
~
El Ty ra no.
Se dcabb el
tributo;
el
Hebreo:
El tributo de oro.
Otros trasla–
dan :
L a codiciosa
, la que recogia y a–
montonaba
el
oro
: t a! era Babylonia.
3
El
poder :
la
vara
,
el
cetro, el
dominio.
~ ~?
4
El Heb reo :
Inevittffiif.
s
De Judea , y tambi en la que esta–
ba sujeta al lmperio de Jos Babylonios.
6
Es
una alegorfa , por la que
s~
sig–
ni fican los Prlncipes y Reyes comarca–
nos de los Babylonios. Se a)egrarin to–
dos estos , dice
el
Propheta , viendo cai–
d a
~abylonia,
y
Ia
muerte de Balthasar
su R ey , y did.a : Ya no teoemos que
t emer , porque con tu muerte no habra
quien venga a derribaroos por tien-a ,
y
hacernos presa de su codicia
y
crueldad.
7
Es un sarcasmo, con .que el Pro–
pheta por medio de esta belllsima fi.gura
insulta
la
arrogancia del Rey
de
:Babylo-
do te diere ·Dios holgura de tu
trabajo y de tu apremio , y de
, tu dura servidumbre en que an–
tes serviste:
4
Tomara.s
esta parabola
:r
contra el Rey de Babylonia , y
diras:
i
Como ceso el exaetor
z,
se acab6 el tributo?
5
Quebro el Senor el baculo
3
de los impios, la vara de los que
dominaban,
6 Al que indignado heria a los
Pueblos con llaga incurable
4 ,
al
que tyranizaba las gentes con fu–
ror, y las perseguia con fiereza.
7
Repos6
y
quedo en paz toda
la
tierra
s
,
gozose
y
aleg r6se.
8
Los abetos
6
se
aleg~aron .
tambien sobre
t1.,
y
los cedros del
Libano: desde que _dormiste, no
·subira q uien nos corte.
9 El infierno
1
abaxo se con-
nia qaando
f'ue
muerto por
lo~
Medos.
Los ll1oradores, dice , del infierno; los
Reyes
y
Prfncipes , aquellos heroes ter–
ribl es y famosos a quienes tll an tes habi as
despoj ad o de la vida, qued and6 suspeo–
sos
y
atoni tos al ver tu caida, te saldrart
al edcuentro para recibirte e insultarte
qu ando llegues. Quando esto sea se
le–
vantarin de
su~
sillas , te cederfo el pri–
mer lugar de ! in
a ,10 ,
como a su con–
quistador , Rey y'"Monarca,
y
te esca r–
necerin di ciendo :
j
0
t {1
que te crefas in–
mortal , mira Como tambien has sido he–
rido d e muerte del mismo modo qne no–
s~tros
l
j
Mira como tu soberbia ha side>
aba~da
hasta. los infiernos ,
y
como
m
cadiver es
ti
tendido . por tierra , como si:
fuera el de un perro o de un jomento, no
tendri otra alfombra sobre que &scanse,
ni otra cubierta qne lo abrigue, sino Ja po–
lilla ,
los
gu sanos ,
la
corrupcioo l
~Don
de esta ahora
tu
arrogancia? Se crce que
Balthasar quaodo
foe
muerto , no
foe
em~
b alsamado segon el uso de los C aldeos,
ui depositado en el sepukro d e .los
Reyes.