CAPITULO LXIII.
633
.
I I
Et record1tus est dierum
l I
P er o se acord6 de los d ias
saecu li Moysi , et Populi sui:
ant iguos
1
de Moyses , y de su Pue-
i
U bi est qui edu xi t eos de
II?a-
.
blo:
iD6n d ees ta ~elqu e los sac6d e
ri • cum pas toribus gregis
su i
?
la
ma r co1'1 los pas tores
3
de su grey ?
i
ubi est qui posuit in medio
id6nde es ta
el
que puso e n medio
eius spiri t um Sancti sui?
de
~ l
4 -el es pfritu de su San to?
12
Qui eduxit ad dexteram
I 2
El
que saco
a
Moy ses
5
por
Moysen brachio maiestatis suae,
la diestra con el brazo de su ma-
qui scidit aquas ante eos , ut
ges tad
el q ue h end io las ag uas .
faceret
sibi
nomen sempiter-
delante d e ellos, para ga na rse
un ·
num:
13
Qui eduxit eos per abys–
sos, quasi equum in deserto non
impingentem.
14
Quasi animal
in
cam
po
descendens
, Spiritus Domini
ductor eius fuit : sic adduxisti
Populum tuum ut faceres tibi
nomen g loriae.
1
.5
Attende
b
de C aelo ,
et
vide de habitaculo sancto tuo,
et
gloriae tuae :
i.
ubi est zelus
tuus et fortitudo tua , multitu–
do viscerum tuorum et mise–
rationum taarum
?
super
me
continuerunt se.
.
16
Tu enim pater noster , et .
Abraham
nesci
vit nos ,
et Israel
• Mas en tnedio
de
todo esto
nunca
!le olvid6 de los ti empos •mtiguos , d e
Moyses sµ siervo fi el ,
y
de que al cabo
cl P ueblo de I sraeJ. e ra su Pueblo ama–
d o ,
y
especi almen te favorec ido.
s.
Como si d ixera :
~
Pues no cs
el
mismo D ios el que los sac6...
3
Como lo fuero n Moyses
y
A:i.r6 n.
•
D e Moyses ; esplri tu d e fortaleza
contra los enemigos , y de
ma nse~1rnbre
y
d ulzura p ara con su Pueblo. S.
uERO-–
N Y MO :
Su Santo Espiri tu .
s El que sac6 a Moyses
de E gypto,
asiendole por la derecha :
as1
los
L x :x: .
6
H aciendo ver en favor suyo las o–
b ras maravillosas de su poderoso brazo.
A
E~od.
XI V.
29~
Tom. V I.
nombre durable por siempre:
13
El qu e los gu io po r l as hon–
duras, como a un caballo
7
que no
da paso en vago
p o i;.
un d esierto.
14
Como a un ·j mnento que
d escieode a una vega
1
,
as! le
guio el Espiritu del Senor :
</sf
conduxiste a tu Pueblo para
ha-
rte nombre de glo ria.
15
Atiend e desde el Cielo ,
y .
mira desde t u mo da san ta, y de
tu
gloria : i d6nde est a tu zelo
y
tu
fortaleza
9,
la muchedumbre·
de tus entrafias y de
tus pie–
dades? sobre
mi
se han estre–
chado.
16
Porque tu eres nues tro Pa–
dre ,
y
Abraham no nos cono-
7
Dandoles v igor
y
tuerzas p ara que
no desfalleciesen en aqll el tan largo ca–
mi no ,
y
que pasasen ellos por rnedio de
la mar , con la valent 1a con que un vi go–
roso y loza90 caball o co rre por una lla–
nura sin tropezar n i dar uo paso en falso .
8
Como se
condu~e
un jumento por
U I\
ladera al campo cog
el
mayor sosiego.
~Qu e
se ha hecho aq uel zelo
y
po–
der , de que h aci as al arde a favor nuestro
contra n uestros enem igos?
<
aquellas en–
t ranas de p adre
y
de misericordia con
que nos mirabas? No las veo
y
,
Senor,
y
parece que se ban estrechado conmigo,
pues permites que luchemos continua–
mente con las desgracias
y
calamidades.
b Deuteron.
xxn .
I )-
B.11ruc!111•.
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