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AD V E R,T E
N
CIA.
por
la
l\arracion de
'odo lo que ,hizo hasta
$U
muerte. Estos mismos .en el texto
Hebréo formaban
n solo cuerpo
¡
y
Sau Gerónymo en su version conservó este
mi mo órdeu; pero la division que se había hecho en algunas ,·ersiones Latinas ,
s~
volvió a introducir aun despues de haberse recibido en la I glesia la traslacion del
Santo Doél:or.
No están de aclierdo los Expositores sobre el Autor de estos dos primeros Li–
bros. Algunos los atribuyen a Samuél , por leerse su nombre a la frente del original
Hebréo. Lo que parece mas fundado es , que escribió los veinte
y
quatro 1lrimcros
Capítulos del primero , donde se refiere la historia de su vida ,
y
lo que hicieron
Saul y David miént as vivió; pero como su muerte se anuncia en el Cap. xxv. se
toma de aquí un argumento muy fuerte para probar que no pudo escribir los otros
Capítulos que restan ,
y
mucho ménos el Libro segundo : y por esto se cree que
Gad
y
Nathán concluyeron el primero ,
y
compusieron el segundo. Mas en esta
opinion se hallan sus dificultades , por leerse muchas cosas que ·no corresponden al
tiempo de Gad ni de N athán :
y
así la opinion mas corriente y que parece mas fun–
dada , es que Esdras' teniendo a la vista los originales de Samuél , y las memorias
de los antiguos Escritores del tiempo de D avid , lo reduxo todo a un cuerpo de
historia , formando una serie continuada de sucesos;
y
de este modo se pueden con–
ciliar las contrariedades
~arentes
que se hallan en ellos. Por lo que mira al terce–
ro y
al
quarto se disputa tambien sobre su Autor. Unos los atribuyen a Jerem'ías,
a
Isab~
, o a -álgnno
e los otros J>rophetas. Otros creen que Salomón
y
algunos
de sus sucesores escribieron o hicieron escribir 1as aél:as de sus reynados : que los
Prophetas e
ribieron las vxdas de los Reyes de sus tiempos ;
y
que estas. memo–
rias son las que forman el fondo de la historia sagrada que se q¡ntiene en estos Li–
bros , o compuestos o ordenados por Esdras , tales corno hoy dia los tenemos.
Este pensamiento no carece de verisirnilitud , porque hay muchos
Iuga~s
en la se–
rie y narracion de los hechos donde se dexa ver bastantemente el caráél:er y estilo
de Esdras; y aunque se hallan otros que no convienen al tiempo en que escribió,
•
es porque este Escri tor sagrado dió palabra por palabra las memorias originales
y
authénticas que tenia entre manos , contentándo_se con copiarlas , y sin atender a
conciliar las unas con las otras.
Aunque en esta historia ,
y
lo mismo decimos de todas las otras que son Can6-
nicas , no se mire si no desnudamcnte la letra de lo que contiene , con dificultad
habrá otra que 4e pueda ser comparada , ni en la amenidad
y
suavidad de sus ex–
presiones , ni en la variedad de sucesos extraordinarios que en ella se refieren ,
y
de donde se puedan tomar exemplos
y
documentos los mas adaptados para la ins–
truccion de toda suerte do estados
y
de personas ; pero con la ventaja de ser in–
falible la autoridad que esta tiene , al paso c¡ue la de toda¡ las otras que no son
•