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?oniuio, los qne se debilitan mucho por su inmoderada absu•.
n~ncia
y
excesirns vijilias. ofrecen
a
Dios nn holocausto cje.
rapiñ~ue
San Bernardo confesaba haber pecado estenuando
~u
cuerpo y acelerando su muerte con excesivos ayunos, viji–
lias
y
mortificaciones:
y
9ue SP.gun Santo Tomas, peca el que
enflaquece tanto su naturaleza con los ayunos, vijilias
y
demas austeridacles, que se inhabilita para desempeñar las
fnnciones que le obligan por su profesion ó estado:
A pesar de lo dicho, Dios ha hecho ver en un crecido
n(1mcro de Santos, que le son gratas-esas extraordinarias pe–
i1itencias, no solo exitandolos
á
que las practiquen, sino lo que
es mas admirable, conservandolos con vigor para cumplir con
sus penosísimos cargos ,
y
aun prolongando
fü
vida en
algunos mas dilatado tiempo , que el que disfrutan por lp
comun los inmortificados. Y aun cuando sin intenciou dQ
daiiarse gravemente, hayan abre"iado sus clias algunos San··
tos
y
otras personas fcn·orosas, no dudan los teologos de
que les haya sido licita
y
meritoria su peni:tencia, siempre que
la hayan practicado para reprimir la desenfrenada concupis–
.cencia, para fortalecerse en los peligros
á
qnc se ven espuestos.,
para asemejarse
a
J
csn-Cristo paciente, ó por otros motivos
'puramente sobrenatmales. Por eso dice Mabillon contemplan–
do las espantosas flaj elaciones de los Santos; "No es vergon–
"zoso ni sospechoso imitarlos, por el contrario, esta imitacion
"es honorifica
y
loable."
·.
Aunque las doctrinas referidas pa1·eccn bpuestas entre
s.í. es facil conciliar sn aparente contradicciou: El Carclena.l
llelarmino dice en su LiLro de las siete palabras, capitulo JO:
"No todos necesitan para domar sn carne y crucificarla con
::sus vicios
y
1
concupiscencias, dormir en el suelo, discipliuarse
hasta derramar sangre, ay unar todos los dias á pau
y
agna,
'.'cei'iirse con aspero cilicio, ó con cadena <le fi.erro; pero
á
lo
·'meno• son inclisp011 sables algunas mortificaciones extraordi–
·"narias para adquirir la pcrfeccion."
Y
~i
San Pablo castigaba1sn cuerpo para no hacerse
i·eprobo, sm
en~bargo
ele
sus trabaj os apostolicos, de haber siclo
ane.batado al.cielo,
y
de habersele revelado arcanos que no con- ·
,-c111a comm11carlos; nadie sera tan necio, que crea someter \a
le)· el e sn
c~1erpo
á
la de su e,¡;piritu, y adelantarse en to'das lqs
nrtndes, sm frecuentes
y
espontaneas mortificaciones.
Mas debe variar el ejercicio de estas segun la edad,
temperamento, secso, estitclo, empleo
y
~lemas
ci1;cunstancias
de cada uno, no olvidundd jalllas
~ue
es repren_sible todo el