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ejemplo; y el Al'zobisp<>. derramando copiosas l(!grimas, dijo:,
..Aprendamos todos
(l
morir, pues esta leccion
es~a
masirupor·
ta11te ,. ditlcult.osa, •
1
,.
1
'
1
'º' (
ARTICULO PRIMEOO.
1
J..lJ
.SUCllSOS
l'iO'UJ!LES
IDBSPuis ,DE
su MUEB'l'E.-J,uego que follc–
ció el siervo de Dios
y
empezaromil vestirle, se le vieyou h1s
espal,das y costados con mochas llagas, eausadas por los cilicios
y croentas disc,iplinas; y despues
d~
Vfiltido, le llevaron, en el
féJ>etro, los pad.res ,m11s respetl\blei! para
,p,oner~e
e¡¡ Ja Iglesia
delante del altnl" mayor¡ donde rlie pone á
todo~
los religiQ os
antes de sepultarlos.
,
¡\penas se di vulgé su muerte en la ciudad, cuando todos
~u
habitantes se penetr11r,on
~e
los mismos,,sentimientos
qu~
acon–
gojaban
il
los religiosos. Y 11unque-se
goza~an,
contemplándole
glorioso eu la mansion de los b'enaV¡eJltll)'ados, seuti111,1 la fa lta
irreparable de un varon que
exci~11ba
á
la pil¡dad cw1. sus
eje~
plos, auxiliaba con
~us
orneio.nes: y socGrria
á
los neces,itndos
oop
8118
limosnas. Agitados
COQ
dichos ¡¡fecto!I d pena
y
con–
lento, que se
al~ernabnn
en el
cora~oo.
de c11da un(), ansiaban
w.r:9ue la aurora disipase cuanto 11ntes las tiQipblas de la no–
che,
á
fin de tributar IQ.s hGmenages de gr¡¡.titud y i:espeto
al
difunto cuerpo, que bubin sido por ianto$ aiios fDOrada delicio–
· 111
del Espíritu
~nn
.
M!UI uu extrallo
é
inesperado suceso aumentó la eonsterno.–
eiou de los· re!igi9sos.
Exami~ar-0n
estos ,el cqerpo
~n
altJi no–
che, y le noíarop tan
1
rígido,
qu~
cada tt\iembro p¡irecia un
palo. Confundido
y
pesaroso
e\
señor dou¡fra¡v c¡priaJ111 Medi-
011,
muy amanta suyo,
ry
de c11ya extraor:,dinaria virtud babia
f
tenido reiterodas :pruebas,
_inspi~ll\io s~n
duda pgr Dios, habló
de
e$~
o¡odo
á
fmy MnrJ;iu difunto en p,res.e.ncia de muchos re–
ligiosos; •Herman.o miQ, ,frai)' Martin, ¿cómo se 11),uestra tan
•yerto,é intratable,
·eu~qdo ~e
acerca •el dja, y toda la ciudad
•espera \'flros de
o~ro
modo, p,ara alabar al Sefior por las ma–
•rallilla.a qne hace á favo di: sus siJ!rvos muy amqdos? Pedid-
~le
que ostentando su poder, ponga dócil
J
flexible vuestro
•cuerpo, para que le demos en comun rendidas
gracias.~
Ape-
nas h11bia diA;ho estas palabras, cuando el cuerpo difunto se
pQ&O mas suave y flexible que cuando estaba vivo, de modo que
lluentahau
y
permanecia en In actitud eu que le colocaban.
' A
11ste
prodigio siguió oti:o bien notable.
Ei~pezó
á
cxbala_r
elouel!pO tanta fragancia, que la percibieron no solo los rch–
gi111111¡, 'loo tiimbien nrias personas que estaban afuera de las
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