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, .enientes, incoherencia,
y
clerectos cle nn·ias clases, inseparables en toclos
tiem–
pos
y
situac ion es de las obrns humanas mas acabadas; sino porque, tomando
por datos el estado de las costumbres publicas, d e la cultura intelec tuul d e las
masas,
y
d e la re:; istencia solapada 6 abierta de los E stados circunvecinos,
la
Constitucion de aquellas grandes Soc ieda<lcs es la expresion mas aproximJ\;_,
da quc sea pos ible eucontrar de las n eces id acles d e los pueblos-l a concil iacio11
menos imperfec ta que sc!a dado obtener entre los d erechos individuales,
y
la
c011se rrncion de b
autoridad publica
y
<lei
reposo general.
. Mas esto 110 satisface
i
mnchos es piritus inquie tos, exaltados por escri tos
y
p1·edicaoiones fonaticas , <le1·orados por una sed d e g-occs que no puede satisfocer
. la
soc icd arl ' extraviad os por un a especie d e romanticismo moral
y
politico )
r
poi· una ans ia de n o1·cdad , que han reempbzado
a las creencias r eli g-iosas
">'
al
:1pego a la tranquilidad . Los tnistornos sociales d e nuestra epoca b an d esqn icia–
d o much :is ex is :encias que hnbio·:1n siclo pacificamente oscuras;
y
una educ ac ion
te rcida
ci
inoportun:i,
cli fgu~tan clo
a
muchos indidcluos sin propiedad '
cle los
m od estas ocupaciones de
Jn
industri a,
y
lan zand olos en me<l io d e espec ulaci ones
abst rnctas pcr n iciosas por
su v guecl ad
c
ilimi tac ion , ha creado una activiclad
fo br il que n e - sita ejerdtarse en
l os sacndirnientos reYolucionarios. El vi tupera–
J,lc cmpei'io d e los gobcrnuntes en no ced er
ii
ti empo ,
J
espontaneamente, aque·
llas r eformas que
cl
espiritu <l el siglo
y
las nuevas exigeudas sociales altamente1
r eclama n : exponientlose asi a que scan nrran cadns por tumultuosas violencias; la
ciega- terquetlad de ciertos m <1gnates aferra<los
i
sus aiiejos privileg ios, que opo-
11en insana resistenc ia
a
todn util mejora cuyn tenclencia' aun ind irec ta, seu di–
rit id a contrn el patron ato unh·ersal cle cp1e cl i> fmtaron cuanclo la aristocracia
el'a omni potentc :-toclo
es to contribuye
:i
eneentler mas l os an imos,
y
a
rec1o–
J,! ar los cs fue1·zas colericos de los radi cales niveladores . Se qui ere quitar el con.–
t t:.'l pcso ocli aclo d e una d e las Camaras l eg-islati vas, c1espojar al clero de sus
h ie ncs, h ncer indepenclien te el pocler mun icipal ,. establ ece r el tmi1·e1·sal sufrag·io;
J - aun se llega sec rctame11te a pcnsa r en an iquilar el d erecho vi.Lal cle propl e·
clad, tornanclo ,\
l os suefios sang1·ientos cle l as l eyes ag1·a rias. Lo 1·epito: euan–
clo a l a moral se l e an-ebata su b ase
y
su sa ncion , n o que<la mas que el
fre-
110 impoten le cle las leye ;
y
P.stas no pueclcn clcjar d e ser m enosprecindas por
quienes han holl acl o aq uella; pov quienes rodeaclos d e apetitos
y-
n eces id ad es cles–
orclenat1as • iwctencl cn
tener l a al ta mision d e r egen eradores d e la cs pec ie hu–
m ana . Se llega hasta el punto d e hace r sin empacbo la apologia del crimen,
a n te l os m ismos tribunales instituidos para castigarle;-ni fult an d ementes qne
se r epat·tan con amor las inmnnclas
1·eliquia;; d e l os martires d el clelito, 6
q t<e co ronen con guirnaldas d e flores las tumbas d e los regiciclas
!
• En vano , alla como aqui, repelen
los Yerdaderos liberales,
incapaces cl.i
.estes ddirios , toda sospcc;ha de participacion en ellos,
indi~npnd9se
de la
ns.,