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'tan ·t1n entusiasmo tan focticio
en-
pPpUlares u e
rcc 1a
y
oma ,
'lue
Ot a' ia e c1 •
u ·e los laurcados academ icos
y
los sofistas cleclama dores . La trist e experiencia
jie1·sonal que, en
la
edad maclura, estaba por desgraci < d es tinaclo
a
h accr
d"
esta especie d e- insti tuci o nes , yino
a
r a tificanne en mis opiniones .
E ~ candalicense
cu:into gusten los adoraclm·es d e los llama:los siglos cl<i.sicos: no por eso titubea–
re
en d eclarar que soi del p a i·ec e r clel viejo Homero ,
( y cuiclaclo, que me
he
escuclado traS d e
Ull
IlOJilbt·e que
a
ciegas idolatran
! )
«
que no es buenO e) go-
1.?icrnO <le muchos" ; y p a r:i lle \•ar la h eregia p ::>litica h:ista el pun to de no po–
«le1· esp erar absolucion, anaclin! que
las r cpuhl icas antig uas- a si como sus re–
medos clel
tiempo actual-presentan
a
mis ojos un cs pectaculo de corrupcion,
m aia
re'
injustici:i'
inhumaniclad' y pedi.dia :-hermoseaclo si de trecho en
t1·echo por algunas virtudes brill an tes--como vercles
oasis
e n m edio d e los are–
nosos d esiertos. Nada n1e seda tan fa cil como apoya1· mis acus:ic iones en el in–
voluntario
testimonio de los mas c el cbres esc 1·i tores d e aqudla edad
aurea
1
de la nuestra
ferrea
(
segun las clenominan los p edantes ) , fostidia n clo al Iector
con innumerables ci tas, que ciertamcnte no seri an ta n h alagiiei'ias c omo las
d el parcial
y
superficial
«
Viage d el joven Anacha1·sis
» ;
p ei·o careciendo actual–
mente de libros , y r educido
a
reminiscencias, no puedo m as que r e ferinne en
[eueral
a
t:~s
h ech os c onoc idos p ::>r
tod os
l os que
ti encn noci oncs d e histori-a
Y
de li teratura. T engo que tocar d e vuelo una materia que e:xigiria volt'.1menes.
N acl ie m e ha a ve ntajaclo en ad mirnc io n d el valor h e roico con q ue l os Grie–
gos d efcnd ie ron su independcncia contra Jos enjamhres a sia ticos:
los nombrei
gloriosos de l\llaraton. Salamfi1a, Platea ,
h a n h echo siemp1·e palpitar viva–
mentc mi corazon.
i
C on que arcl roso trasporte hubi er a y o evocaclo esos
re–
cuerdos inmortales en el ano aciago de
i823;
s i me
h ~b iese
si clo acorcbdo
el don d e pulsar la lira cle Tirteo, p a ra c on ci tar
a
l os bravos
a
la
p el ea-a fin
de ahogar en torrentes d e impurn sang re la in icun agrcs ion,
6
exala r el
i1ltimo
ali en to imprecando ex ecrac ion contra l os p cdic1os ag r esores! . . . P ero clespucs d e pa–
gar un justo t r ibuto
a
1
aq uellos val ientes patriotas' si tra tamos d e e:tamin ar filo–
sofica
y
d esap asion aclamente lo que era en r ealidacl-- por egem plo, a q uella cele–
bre u e1nocra·c ia d e
Atenas-~.'.que
es lo que vemos? Un populacho supe 1·stic ioso , au–
daz· ,
inuisc ipl inad o, haragan , insol en te , frivolo, que
tenia avasallarlos
y
te•
m erOSOS
a
los hombres qu e pOr
SU
clesgracia clescollaban SObre los clemas por
SU
educacion' modules'
6
riqueza; un p opulacho voluble y d esenfrenado, siempre
pronto
a
conclenar al ostracism
a
los Aristides,
a
la
prision
i
los Cimones,
a
la cicuta
a
los Socrates; un popula cho ingrato, que p<.1gaba siempre los grande•
.SCl'Vicios con el destierro, las multas ,
6
la
proscri pcion (") ; un populacho
li·
(') Temislocles, Alcibiadeg, Jeuofunte,
Tucidides,
&
&,