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Sd:mffer,
á
tan reducido número de ejemplar
e~,
que á los dos anos se agotó la edición,
y
cuando
en
146r
el Monasterio de Santa
J
ustina, del Monte
Casiano, de Padua, quiso comprarla, tuvo quepa.
gar por un ejemplar la suma de diez y ocho duca·
dns.
.
Con el trascurso del tiempo la mayor parte de
las ediciones
INCUNABLES
han desaparecido del
todo, y cie aquellas que aún se han conservado
ha!>ta hoy algunos pocos ejemplares, éstos t1enen
cu
la actualidad un precio tan subidísimo, que so.
lo á los gobiernos les es permitido hacer su adqui·
s1ción, para el uso de las bibliotecas públicas del
Estado.
Como curiosidad bibliográfica anotaremos eP..
seguida los precios á que han sido vendidos en es–
tos últir. os afias algunos ejemplares de estos
IN·
CUNAHLES.
De
la famosa
Biblia
de Guttemberg llamada del
arto 1450, adquirió la Biblioteca Nacional de
Pari~
un
cjcmpL
r que le costó la enorme suma de
94,000
f
ra neos.
En
18
r
8
la misma Biblioteca obtuvo de la venta
en subasta pública que se hizo de los libros de la
rica bibliot
ca
del finado
~Ir.
Ca1
thy,
un ejemplar
del
R~·a/morum
Cndo;
d Saltrrio,
impreso en Magun·
cia
en
1
~57
por Fust
y
S ch~ffer,
que le importó
J
_,ooo
f
rancns.
Otro ejemplar de esta misma obra fué compra.
no
en e.a misma época por el Rey Luis
X\ III
de
Fr:lll ia, también en la suma de
12.000
francos, y
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qu
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a.~ tu:llmente
en la Biblioteca Im-
1
ri.
1
d
Viena.
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·:1cional de
París,
apesar de po–
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