La causa de haberse agotado la may )r parte de
las ediciones de los
INCUNABLES,
y exi ctir de otras
pocas tan sólo unos cuantos ejemplares en las bi–
bliotecas públicas de Europa,- donde se guardan
como • tesoros- se explica fácilmente si se consi–
dera q"Ce en esa época de la infancia de la Impren–
ta
los ejemplares de un libro se hadan
á
muy re–
ducido número comparativamente á las grandes
ediciones que en la actualidad se lanzan
á
la cir–
culación, porque entonces se carecía de las pren–
sas mecánicas
y
demás útiles perfeccionados que
poseemos hoy.
Principiando por la tosca é imperfecta prensa
que se usaba entonces y por el sistema de dar tin–
ta
á
las formas p r medio de dos tampones que
uno con otro se golpeaban para distribuir la tinta,
hadan que la operación de imprimir fuese tarea
demasiado ardua
y
mucho más difícil que la que
se practica hoy mediante
1
procedimiento de las
pren as perfeccionadas y de
los rodillos de dar
tinta; y sin embargo, muchas ediciones de esa
época pueden rivalizar con las de
1
actualidad,
por
us elegant s tipos ' la nitidez de su impre–
sión,
i •ndo casi incomprensible que con elemen- ·
tos tan rudimentarios se podí n conseguir obras
tan perf ctas.
La dificultosa 'pe ada labor que e.· igía entonces
la impre. ión de un libro, er causa de que las ti–
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1
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