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pios del siglo actual fué
qu~
el i:t,1·glés Carlos Stah–
hope inventó la
prensa efe kie?:ro,
que h:=t dado tan
buenos resultados,
y
poco tiempo después se in·
ventaron taq¡bién los
rodülos ,
hechos de cola
y
miel, con los cuales se consiguió una iguaidad en
la distribución de la tinta: ambos inventos han
sidp un adelanto de importancia para la Imprenta.
Pero fll progreso tipográfico no podía limitarse
~
las dos inno\·adones que acab;.tmos de indicar,
y
lgunos afíos después ha aparecido la
prensad pe–
rl,
la que sustituyó en
p~rte
á la de mano!, no
t. ro
ahorrando el trabajo de ·un op,erario, sino
¡ nsiguiéndose con ella un número mucho más
considerable de tiraje; porque si la primera era
manejarla por un prensista que colocaba el papel
en el timpano y daba la presión, y su ayudante.,. '
que daba tinta á la forma y sacaba los pliegos im–
pres.os; la segunda requiere tan sólo el manejo de
un operario que
á
la vez que la hace
and.arcon el
pié, coloca el papel en el tímpano con la mano de–
recha
y
lo saca impreso con la izq,uierda; dando
por resultado, que si dos operarios con
laprensa
áe mano
imprimían
1
so á
200
pliegos por hora,
uno
~ólo
con la
prensad pedal
produce el J:dple y
aún el cuadrupl o de esta cantidad.
Ya tfnos
~ntes
del invento de las prensas á pe–
dal~
h'ab1a aparecido la
prensa mecdnica de gra1tfor–
máto,
debida al aleman Federico Koenig, que fué
~~que
la inventó en
1814,
movida primero á bra–
I'.OS
y
después
á
vapor.
Para dar una idea de los extraordinarios perfeo·
cionamientos que en pocos años se han hecho en
las
pretl~as
mecdnicas,
basta decir que la primera
construida por Koenig sólo imprimia de
1.200.
á
1;300
pliegos por hora, mientras que las que otros
maquinistas perfeccionaron tres
ó
cuatro años des–
pués, . llegaron
á
imprirnit hasta
3,000
cada hora. ..
El pape\ tan importante
q~e
ha venido desem–
pen.ando el periodismo en estos últimos tiempos,