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.,
GLORIA
137
.. concluy.endo por adl'uitirJa impi.·escindible n-e–
"cesidad de un
ar~eglo.
Este
arre~lo
era-posi- . :
1.'.
ble
con
tal
que
se
encontráse
In.
fórmula.
Amaba tan
tiornamente
á
su
so'brina Glo'-
,
.
' ria, ~que
en su ,corazón no la distinguía. de sus
propias hijas.
Eu'
Madrid había tomado iofor–
·mes de }lorton,
y
por el ·Barón de
W...
'y
ótros
•
J
israelitas con quienes tenía .
relacio~es
de
,
ai~istád -
ó 'de nego?ios, supo
nu~stro
banquero
las
sobresalíentes~
cualidades . de todos los in-
.
-
-
, dividuos de
la fa,mUia
qe Daniel
y
de
Da~iel
. UtiSll10.
, _cO
yo
valgo poco,
,6
les caso-decía
L·~titi
..
'. " gl:la.-·:-Sobre la
conv~uiencia
y la posibilidad \
de s.sto
no hay duda.
El'
cómo, .
la
picara
fór- '
mula" es
lo
que falta.»
Desde su llegada
a
l"icóbriga-,
.COnfi9 ·ti
Ro-
.'
mero
su
pensamiento, y éste se · mostró muy
dispuesto
ti,
prestarle ayuda.
A~bos discl1ti~ron,
j'ndllgaron, escuddri.-aron.
Por
último,
Don
Sil vestre, lleno de interés po¡- ' la .sefiorita de .
Lantiguf:\, decía: '-
«No hay más relnedio que sacarla
ti,
todo
trance de tan triste
si~uación .
Aquí no se tra–
ta
de
t~orías:
se trata de un 'hecho, de un he–
cho innegable, efidente, ter'riblé. Comprendo
que para ·evitar
~stos
hechos se· establezca la
unidad religiosa más intolerante, que se ex-
,