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,
"
aLORfA.
,
'
135
-
,
tLreútna
y_
el
mal
tiempo y
la
humédad
habría
8id~ _ encoí~riz.Rrse
con Dios;
pO,r
lo ' t~nto llenó~
.
ee ', d~
resignación,
yen,vez 'de irritarse, s'uspi–
rab~.
No
obshüite la
cbjel~a,
,iusistía
'en
-prose–
guir el
viAje;
pero ' los ·médicos
o~del1áronle
descanso,
y
el Arzobispo de, Tolosa, de
Frán-
cia,
gl'allde
amigo
suyo
'en el, ConciliQ, le
in-
vitó
á.
que
desc:;ausara.
No
lo hizo de
muy
buel)
grado Su Eminencia; lnas las .traidoras
pier- '
nas se
neg,~ban
á'
~bedecer
al
cor8zóu.
Escri· · /, /
l>¡iÓ
á
su hermana,
,y
entre otras ' cosas le
,/
./
decía: .
,
.
,( .
.
«No
'estoy tan
mal
gue no
pueda ponerme
en
c,Rm.Íno
si ,,u
ul'gent~
n'egocio
lo exige.
Si
se presentará.
e~ Ficó~riga
el antedicho sujeto
(en 'los primeros -páll'afos
-de.Ia' ciu·ta hablaba
d.,e ,él),
avísam'elo
sin pérclida
<l ,e .tiempo,
pues
aunque deba ir
8rr8stráudom~, ,,seguiré
mi
iti–
nerano. ,
.De las
intencioneS'
y
pensamientos,
<lel seilor
Cardenal ' no tenemos .aún
conocimi~nto
exac–
to, :
y
casi nos
atrevemos
á
creer
que
S~iafini- ta,
á
pesar 'de su buen
d~seo, .
no
los
in~erpre. taba con estricta · fidelidad . En cuanto
tí-
Don
.
~
.
B.uellaventllra,
yl:\.
sabemos
qU'e
d'eseaba re–
sueltamente poner
fin
al duro
cQ.uflict'o
por'
medio del matrimonio . No hahia duda pura
~ 1
respecto á la medicina; pero la fórlllula de
é~t{.\
-
"
.