,
,
,
.,-
,"
. I
GLÜRIA .
821
m
-No hay' más remedio que tener pacienci.a;
-dijo"Su
Ilustrísima con
t~anquilid8d.
-No
hay
más
r~medio
que marcharnos
á
pie-an/adió
'D. '
Juan.--Es calamidad..• Ni
I
8iq~iera teLlet;nO~
,paraguas.
.
-o.Pero
tú
estás / loco?
¿A '
dónde vas'?-–
manifestó
D.
Angel deteniendo á
su her-,
mano.
I
)
_ -¡Por ·piosl D. Juan••. . no parece sino que
-arde la-ca'sa.»
El camino"en realidad estaba intransitable,
y
espumosos arroyos de fango y agua descen–
dían por las 'laderas. D. Silvestre dispuso que
un criado suyo, llamado Francisquín, bajase
á reconocer todo el camino hasta Ficóbriga.
Al
poco
~ rato
volvió diciendo que estaba media–
nillo,
y
que el puente se
podí~
pasar" anuando
por' él con mucho cuidado.
~ lQué
cobardes sómosl. exclamó Lantiguá
dirigiéndose
á
lo. puerta.
- Pero segunda vez le detuvieron,
y
he aquí
que el cura dijo:
-
cMás
vale que pasen ustedes aquí la noche.
Tengo buenas camas. La crecida de la ría es
espantosa,
y
.no vale la pena de que nos ex–
pongamo8
á
perecer. Si subimos h.8sta Villa–
mojada para pasar el puente de San Mateo,
tardaremos cinco horas lo menos. porque el
l.
)'
,