KIMBERLY
THE/DON
candados y siguicron cstcrilizanJo a toJas las mujeres cnccrradas.
La obstetriz lloraba micntras me contaba lo quc habfa hccho, pero
no encontre en mf ninguna capacidaJ de consuelo, mucho menos el
derecho de ofreccrlc una absolucion. Si querfa buscar pcrJon, tendrfa
que volver a estas mismas mujcrcs. Hasta la fecha, no conozco ninguna
persona del MINSA quc haya hccho publico su arrepentimiento frente
a los seres humanos quc cllos trataron como «unos cuyes».Z
El
28
de agosto dcl afio
2003,
tras dos afios de trabajo y al
habcr recopilaJo unos 17
000
testimonios, la Comision Je la Verdad
y Reconciliacion dcl Peru presento su informe final sabre el periodo Jc
violencia
1980,2000.
E-'ta comision compartio numcrosos rasgos con
las comisiones guatcmaltcca y suJafricana quc la antecedieron. Las tres
comisiones fueron consiJeradas
sensibles al genera
puesto que buscaron
activamcnte sacar a la luz las cxperiencias de violcncia sufridas por
mujcres. E.;;tc cnfasis rcflcjo
cl
dcsco Jc cscribir
verdades
mas
inclusivas,
asf coma tambicn los cambios en la jurisprudencia intemacional,
especialmentc en cuanto a la violcncia sexual.
En muchos a.;;pcctos
cl
informc final ofrecio Jescubrimientos
sumamente importantcs, lo quc sirvio como una hcrramienta en la
lucha por la justicia de genero. Empero, como he argumcntaJo en varios
textos, al considerar la violacion sexual como la herida emblematica
para las mujeres Jurantc cl conflicto armado interno, la CVR paso por
alto a las otras formas de violencia sexual y
la
violencia de genero
que
muchas mujercs priorizaron en sus testimonios tanto con los equipos
movilcs de la CVR como con mi cquipo que trabajo en la oficina en
Ayacucho. Sin ncgar
cl
compromiso imprcsionante de los comisionados,
el enfoque de la violacion dej6 en las sombras a los otros dafios que
tantas mujeres narraron.
En la Jcscripcion Jcnsa que las mujeres aportaron, narraban un
conjunto de verdadcs mucho mas amplio sobre la injusticia sistematica.
Cuando estas mujeres qucchua hablantes hablan del sufrimiento de sus
familiares y de sus comunidadcs, de las largas caminatas diarias hasta
el rfo en busqueda de agua, de las horas perdidas «gorreando» lcfia;
Una obstetriz de Huanta, citada en Ewig, p. 50.
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