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Restará !aberse ,cual es esta
.causa,
·y
·11i
'e!! >tal
~qu_e,11un
teniErn<lomucha-fé en el podermágicodehcalomelanosobre
los
mmimos conductos,
sea permitido esperar que influya en
a.lgun modo sobre
ella,
y
sea capaz
de-modifiC'arla
y
dismi.
nuir
sus
efectos,
si no >
de
atacarla
ydestruirla .com1>leta–
tnente.
Lafúnciomdel<hígadcrpuedebatlatse>alteradapor
una conmoci&n, conti.Ision, llaga
ú
ótra-rcualquiera Jesion
traumática:
se
puede alterar
por causa
de ,acefa loquistes
(,f,f)
6 de cálculos
biliares,
desarrollados 6
formados >en su
misma
substancia; por,un<estadudé
cyrrosÜ!; ..
atroila,.
hrper.
trofia
ó
apoplejía;
por
la ínflamaci:on
ó
supuracion. de
una
parte mas
ó
menoS •grande de
su
sistema venoso·
· {phl.ebitis~;
J)Qr·ha 1
larse redm.·ido ,á.aquel
la
transformac,ionorgánica
que
los ana1ómícos
llaman ,higado gordo;
poM1n:iabsceso; ,por en·
durecimiento; por
cat1sa
de
tubérculos
ó
<le-cancer; y.quién
sahe
r1or
cuantas otras causas,
á
mas de
aqm;;JJas
que
con–
·sisten on los
varios.
grados
y
per.iodos dela inflamacion :desu
mismo tejido, ele su .memhrana serosa
ó
de Ja
vejiguilla de ·· Ja
-hiel.
Preguntaremos
;si -
en
cada
uno de =estos -casos,, quc
to–
do!'l se
com~>renden
bajo la denominacion:.vuJgarde-e1iferme·
dad del hígado,
se· puede acordarmucha con fianza a
Luso
del
calomelano. Sus
entusiastas
dirán, que
·no:
dejará nunca. ·
de
'hacer alg·un bien;
y
nosotros,
fundados en ·
nuestra
misma ob.
servacion, en el raciocinio
y
en la
autoridad
de fos médicos de
mas
nota,
somos de parecer que en Jos .mas de
Jos
casos que
acabamos de mencionar, cuando no hace direc tamente mu–
cho mal,
Jo
ha~e
.grandísimo, distrayencJo,de la verdadera
curacion,
é
impidiemlo
asi
e l bien
<1ue-,pudíern
esperarse.
Hemos supuesto
que
administrandose
e l t·alomefano
por uno
de
sus parciales en
:l-<i
e'ffermedad del hígado,
este
órgano
se
halle realmente
afecto. Mas,
¿cuantas vuresmo
sueede c¡ue
el
dia:g,nos lico
que
forman de la afección del
hígado
los 'mé<lieos apegados
con
demasia al uso de
nquel
remedio,
no es dit"tado .sino
por
una loca· preocupacion?
¿Cuantas veces n<> hemos visto
á
Jos mas
terco;.;
de entre
'ellos entablar
y
llevar adelante, con Ja tna-yor obstinacion,
las
curaciones mercuriales mas
azarosas, apoyados soJa–
mHnte en un
falso supuestode
enfermedad
de l hírrado1
El
menor color
camarrnento.de :la -cara, e] menor-; dolorcito en
(~T~)
Segun Cruveiller,
esta ,es
una
de
las
enfermedade~
mas frecuentes. del
k 1gado.