liumanidad, sino por respetabilidad do ia Nacion: sn
patriotismo enardecido con estas ideas, le ¡;
reci.sóha–
blace
el
lenguaje de la verdad, puro
y
neto,
y
de ahí re–
sultó que hiciera algunas comparaeiones entre las des–
gracias que sufrian los vecinos de este pueblo,
y
lo que
hacian ]as naciones extranjeras en bonefinio de
sus súb–
ditos para evitarselas, supuesto que poseian, desde
aque ·
·na
época, un hermoso hospital
y
sementerio en el pue–
blo de Bclhwista,
cuyós
establecimientos anonadaban
'á
los peruanos
qtte
c~recian
ele
ellos;
y
se deja enteder
f¡uc al hacer mencion de ellos, no tuvo otro objeto que
e] de estimular
á
las autoridades, para que en
vista
de
esos ejemplos pusieran remedio
á
kts
calarnidades que
sufrian los vecinos de esta ciudad, al ,misrno tiempo que
repararan el honor naciona1, en su concepto,
Juunillado
con esos edificios, que aun no tenia los nacionales- To–
da esta
relacion, hecha en el tiempo
á
que se
refiere~
consta de la nota (¡uc en copia se toma la 1ibertad de
adjuntar, para (¡ue sirva de
mejor
apoyo en
esta
pr–
ticion.
De
esa fecha, en que se entablaron los rechunos
dichos, se han aliviado un poco las
aflixioncs
de este
pueblo, pncs el Gobierno anterior, bajo la presidencia
del Exmo. Sr. Gran .Mariscal D. Ramon Castilla, indicó
al Sr. Gobernador Lit.oral, que lo era el
l·~xmo.
(;ran
l\lariscal D. Antonio Gutierres de Lafuente, para que,
sin pérdida de timnpo, se viera una área aparente, y en
ella se fabricase
el
pantcon: asi rnismo. decretó, que por
la
aduana
principal
de este
puerto
!'!C
dieran seiscientos
pesos mensuales para que se
reconst.ruyese
el hospital
<1ue se
hallaba cerrado, se abriera
y
se fornentara ccn
esa asignacion. Esta benéfica disposi e ion no tuvo lugar
por las circunstancias de la política, que se hizo azaro–
sa en ese tie1npo; pero sí la tuvo respecto al panteon,
pues el Sr. Gobernador, Jcneral Lafirnntc, con la saga–
sidad que le es característica, reunió
á
los vecinos
noh-