.:_ 14 -
11ac1a.tiene
de rúlativo·tHtra
que·sea·aniicnda
en
Íttvor
de Ja menciom1da
1Jlaría
BaiTrlo.
No serii nrnlo qne
n.clviertu.
ttl
IhH,trísimo
Tl'ilninnl
que hay dos Marías Folicinmi8 que obran en an.tos y
en lo que U. S. I. debe fijar mucho
su atencio11,
por
que de ello depende el bnen
éxito
en füvot' de los le–
jítimos herederos. IJa. primera Feliefana Camero ''es
la
que se encuentra comprolmdn. pm· su
pa1•tidn.
ae
hautismo que corre
á
foj. ()
del primei· cua.detno ;"
fa
segnn<la es la
presentadfl.
por
Dámn.soPerez
á
foj.
] 51 del mismo cuaderno
¿Ji
cn:íl de ostas dos pnrti–
das será
á
la. que se acojn. la malicia. de D:i nuu.;o Pe–
rez,
ó
sea la astucia del abogado Chepote? Este es
el
punto, Ilustrísimo
Señor, que se debe ele definir de
un
modo jurídico
por
U. S.
l.
como punto final de
mi
narraeion.
Si
~1
la,
prime1·n, no es
posible
porqnH
esta
presontó
por testigo
ú
la ilfaría
Bnn·elo
en
lb'1.f
la mi¡.;ma que
declaró conforme
á
sus
pretensiones
y confesó,
uo
tener ninguna
clase de pn,rentesco;
si
á
la
segnnda,
que es
la.
de
foj.
15I, mncho rnénos por vaTios moti–
vos: el
p1·imero,
porque la Maria Barreto declara eu
su test.:rnrnnto otorgado en
1871
ante D .•José
Cubi~
llas
Sel"
hija
de D.
Prm1c.:.o.;co
Barr<'lo
JI
lJ.a
Chmila
Ua–
rnefo,
como llevo referido
y
no do los
fHHlres
que da.–
clant la
pa1·tida
presentadt..1. por f);ímaso Pere.r.;
y
se–
gundo, s,•r distintas las personas, porque la
c11..rn
uaeiú
eu 1796 en la. villa. de Chancay, con In. que declnró en
la.
t:3poca en que murió D.ª Esco1:1stica Camero la. in–
testa.da, hay una enorme distancia por tener diez
y
siete aüos una,
y
la
que
declaró
como
llevo
r<:iferido
en ese juicio
de~
intestado
á
foj.
20 1lel
pl'imer cua–
de.rno, tenin mas de 50 aifos; esa
rn
isnrn
continuó la.