'
142 -
Tú eres la
p~lma
del desierto estivo;
Bajo tu sombra el caminante duerme;
Tú de esta tierra abrasadora
i
seca
Puro rocío.
Son tambien tuyos los honores, tuyos
Templos
i
ritos, i el incienso sacro
Que en rnriofS jiros de olÓrosas ondas
Su1Je a encontrarte.
Tuyo es el trino de canoras· aves;
Tuyas las flores ·que los campos crian,
Que de tus aras el camino, todas,
Todas lo saben.
1
Huella tu plnnt{t a la serpiente
el
cuello,.
El mal se acaba i nuestra paz renace,
I al despertarte de esta vida, en otra
Hallas un trono.
·
Hallas un trono do del sol vestida,
Calza tus plantas
la
creciente luna,
I
el claro manto de estrelladas luces
Tiendes al globo.
El me cobije si a c:mtar me atrevo
Tus alabanzas, i mi canto ¡oh Virjen!
Haz que a ti s.nba como al sol se encumbra,
Aguila alti va.
Hácia mÍ'vuelve tus divinos ojos,
Uu pensamiento de pcrdon me envia,
I
haz que en la altura tu potente
dies~ra
Brille en mi amparo.
·
H.
DE lRIS.1RRI.
Chile.
1
,
¡
j