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Obrar de
A buscar un lugar
donde
muriese..
_Y caminando
por do
mi
v~otura,,
Y
mi s
enfermos
píes me
conduxeron,
Lkgué
f
un
bá~·ralilco
de
mui
gran alturau
Lueg~'>"
rnis ofos le
reconocieron,
Q :.e pénde sobre
el
agua,
y
su cimiento
Las
ouda~
poco
á
poco le comieron.
Al
pi e
de.un.olmo·hize
al.Ji.miasiento:
~ ~cordf
me que
ya
eon.
ella estúve,
Pasando allí la siesta al fics€o
viento.
Y
C©'fli
esta memoria me
detuve,
C(¡)me:si·aquesta
fuera
medicina ·
De-
mi
foror
y
quanto
mal sostuve.
Detitrneiaooel
Aurora
ya
vecirja
I.a
venid~
del
Sol
re~pla:ndeciente,
4
q,uien la
tierra,
á
quien la
mar
se
inclina...
Enrnl'_l ces-,
com@:qHandoel Cisne siente
El
ansi~
post1imera
que. le aquexa,
Y tienta .el cuerpo mísero
y
doliente~
Con.
uiste
y
lamentable son se
q~exa~
Y
se
des-pide
con
fimesto
canto
Del espirtu vital que del se aleja:
Asf a-quexado
yo
de dolor tanto>
Que
el
alma
abandonaba
ya
la human3.
Carne, solté la rienda al triste
llanto.
!O fiera, dixe, mas
que
tigre hircana,
Y
mas sorda
á
mis quexas que el
ruído
Embravecido de la mar insana!
1-ie-