LA CONJURACION
En una ciudad tan grande
y
tan estragada en
las costumbres
,,
fite cosa muí fácil a Catilina tene1•
cerca de si
,,
como por guarda,, tropas de facinerosos
y
malvados. Porque quantos con sus insolencias,, adul–
terios
,,
y
glotonerías havian destrozado srts patrimo–
nios
;
quantos por redimir sus nialdades o delitos lza–
vian contraido crecidas deudas
;
fitera de esto
,,
los pa–
rricidas de todas partes
,,
los sacrilegos
,,
los conven–
cidos en juicio
,,
o que por sus excesos te1nian serlo;
los asesinos
,,
los peryuros
,,
y
finalmente aquellos a
quienes algwz delito
>
o la pobreza
,,
o su concien–
cia traia inquietos : eran los allegados
y
amigos de
Catilina. Y si por accidente entraba en su amistad
alguno libre aun de culpa : con su cotidiano trato
y
añagazas
,,
se hacia en breve igual o semqante a los
demas. Pero entre estas aniistades
,,
ningunas apete–
cía tanto como las de los jovenes,, qite por lo tierno
y
ocasionado de su edad
,,
caían
f
acilmente en sus la–
zos : porque segun la pasion que mas reinaba en
ellos
,,
a unos presentaba amigas
,,
a otros compra-
In
tanta tamque corrupta civitate,
Carilina , id quod factu facillimum
erat, omnium flagitiosorum atque
fa–
cinorosorum circum se , tamquam
stipatorum , catervas habebat. Nam
quicumque impudicus , adulter , ga–
neo, manu, ventre , pene, bona pa–
tria la eraverat, quique alienum res
grande conflaverat, quo flagitium,
aut facinu
redimeret ; prreterea
omnes undique parricidre , sacrilegi,
convicti judiciis, aut pro factis judi-
cium timentes; ad hoc , quos ma–
nus , atque lingua , perjurio , et san–
guine civili alebat ; postremo, om–
nes , quos flagitium, egestas, con–
scius animus exagitabat, hi Carilinre
proxumi , familiaresque erant. Quod
si quis eriam
a
culpa vacuus in ami–
ciriam ejus in iderar; quotidiano usu,
arque illecebri , facile par , similis–
que cereris efficiebarur. sed maxume
adolescentium fami liarirates appere–
bar. eorum animi molles , et retare