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LA
CONJURACION
décieron
;
y
·
c611w poco a poco degenerando,, -de mui
frugal
y
virtuosa,, ha venido a ser la mas per·versa .
y
estragada.
A R011'IA,,
segun es tradicion
;
fimdaron
y
pos9e–
ron en el principio los Tt'(yanos, que projügos con su
Capitan Eneas andaban vagando sin asiento fixo;
..!1
·
con ellos los Aborígenes
,,"
gente inculta
,,
sin l9es
,,
sin
govierno,, libre
y
desmandada. Juntos estos dos pue–
blos dentro de un recinto de murallas
,,
no es creible
quan fácilmente se hermanaron
,,
no obstante ser de li–
nage desigual
y
de diferente lengua
y
costumbres. Pero
luego que su estado creciendo en gente
,,
cultura
y
te-
1"ritorio se vio floreciente
y
poderoso : su opulencia le
acarreo embidia,, como sucede de ordinario en las co–
sas Tzumanas
;
y
asi los R9es
y
ptteblos coniarcanos
.
los comenzaron a inquietm• con guerras, en que pocos
de sm aliados les ayudaban
,,
desviandose los demas
amedrentados del peligro. Pero los Romanos atentos a
su policía
y
a la guerra, se daban prisa
y
se aperci–
bían
,
animandose unos a otros : salian al encuentro al
et ut paullatim immutata, ex pul–
cherruma et optuma pessuma ac fla–
gitiosissuma facta sit , disserere.
URBEM
Romam , sicut ego acce–
pi, condidere atque habuere initio
Trojani ; qui , .lEnea duce , profugi,
sedibus incerris vagabantur; cumque
his Aborigines , genus hominum
agreste , sine legibus , sine impe–
rio, Iiberum, atque soluturn. hi post–
quam in una mcenia convenere, dis–
pari genere , dissimili Jingua, alius
alio more viventes, incredibile me..:.
moratu est, quam facile coaluerint•.
sed postquam res eorum civibus, mo–
ribus , agris aucta , satis prospera,
satisque pollens videbatur ; sicuti
pleraque mortalium habentur , invi–
dia ex opulentia orta est. _igitur re–
ges, populique finitimi bello tentare:
pauci ex amicis auxilio esse. nam
ceteri, metu perculsi, a periculis ab–
erant. at Romani, domi,
militi~que
intenti, festinare, parare, alius alium