DE ÓPTICA.
nen
aivergentes, 'conforme
se dirá mas
por
menor quando
Fig.
Uegue
el
caso.
3
9
R
La
cantidad
de
los ángulos
del
triángulo
que
forman
los eges ópticos
y
el intervalo de los dos ojos, tam-'
poco puede enseñarnos nada acerca de la distancia. Por–
_que estos ángulos varían todos por precision ,volviendo la
cabeza de lado, mientras estamos mirando un obgeto ,
has–
.ta
que por
fin
le vemos con un ojo solo á la misma dis...
tanda
que con ~os dos. Esto enseña al ·mismo
tiempo
que
la apariencia debil
y
confusa de los obgetos colaterales,.
no
causa
mudanza en
las ideas
que
formamos de
sus dis–
tancias.
De ·
todo lo
que
acabamos de
decir -se
puede
inferir
que
la idea de la
magnitud
del
obgeto
e-s !0 ·que n0s dá la
idea de su distancia.
_ 3
9 9
Dos
lineas paralelas
ABC, DEF
miradas oblí-
2
~
6~.
cuamente
convergen
al
parecer ,
y
se arriman
mas
y
rpas
-
á
medida que se apartan
dd
ojo ; porque las magnitudes
aparentes de sus intervalos perpendiculares
AD, BE, CF
- &c. ván s!endo siempre
menores. _
Y
por
la misma
razon·
parece
que
convergen ácia
una
linea imaginaria
OG .
que
se
concibe que pasa _por el ojo,
y
es paralela con ellas.
Esta es la razon porqué las partes distantes de un pa~
seo,
ó
del
piso
de
una
galería larga
parece
que se ván ·siem·
·pre levantando,
y
las der cielo raso de la misma galeríá
parece
que
bajan continuamen_te ,
y
se
acercan á la orizon•
tal
OG.
Por
la 1~isma
razon
1
la superficie /de
la
mar
mi'radá
Tom./7l.
R}.
des-