D·E ÓPTICA.
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€orno
quando
vemos un pájaro en
el
ayre
&c.
Pero
si vemos
Fig.,
el obgero rodeado de otrns obgetos, que es lo mas comun, for–
mamos juicio de su distancia , asi por medio de su magnitud
aparente , como -por/ la de los obgetos que hay entre
el
ojo
Y,
él.
Por -egemplo ,
si
entre
él
y nosotros
hay
campos , mon-
tes, ríos , &c. la estension de estos diferentes obgetos influ-
ye mucho en
el
juicio que formamos de la distan-da del
obgeto que miramos. Porque
la
magnitud
ó
esrension
de
un
obgeto no es mas que la distancia aparente entre
dos
de sus estret.nos;
y
la que reparamos entre un obgeto qual–
quiera y nosotros , no ·es mas que
la
estensio_n
ó
magnitud
aparente de los obgetos intermedios•.
Y
como nos sucede
po-.
cas
ve"ces· ver los obgetos solos , á no
ser
que
los
mire-
mos/ por v_idrios ,
ó
en los
espejos , no hay duda
de
que
formamos juicio de sus distancias entre ellos ,
y
respecto
de nosotros , por las ideas que tenemos de la magnitud
de-
los obgetos intermedios , para
lo
qual todos saben que
tam-
bien -necesitamos socorrernos de
la
esperiencia
y
la
costum·
bre ;
porque todos , saben que aquellos
á
quienes
la
prácticá
ha
hecho
familiar
la medida
de
las grandes distanctrs,
como son_ los agrimensores, marineros & c. miden
las
dis--
, tandas
á
ojo con mas exactitud que los que no tienen igual
habito. Algunas veces cree~os que un cuerpo se· nos~acer...
ca
solo porque crece su magnitud aparente
i
y
recíproca,.;
merite; algunas veces formamos juicio sobre la
marcha
de lá
distancia de un cuerpo que está inmobil, quando nos
es
co...
nocido ; porque teniendo averiguado por esperiencia que
á
Tom.'VI.
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un~