ELEMENTOS
F!g.
ta , es cierto que no distinguimos, ni percibimos de nin–
g1,1n
modo la divergencia de los rayos que salen de sus di–
ferentes puntos. No podemos , pues , formar juicio de la
distancia por la divergencia de los rayos que despiden los
puntos visibles. Verdad es que en algunas ocasiones resul–
tan de esta diverge~cia ciertos grados de distincion
y
con–
füsion ; pero se ignora , conforme llevo dicho
~
la relacion
,que tienen con la distancia.. A mas de esto , en la vision
por
me·dio
de
los vidrios
y
espejos, tenemos ideas de
mu–
chos,
grados,
diferentes ·de ~istancia , quando los rayos tíe-
.nen su punto de concurso detras del ojo ,
y
por consiguien...
te entran en él convergentes, del ~1ismo moJdo qu~ quan–
.'do
le
tienen delante ,
y
.el
o.jo:los _recibe divergent~s, con–
··forme diremos en su lugar. La divergencia de. los rayos
_que d·espide un obgeto , no es ,. pues , lo que. hace que nos
parezca donde está. Es tambien ,onstante que en la pintu–
J.iay
perspectivab, las ideas que formamos á la vista de los
Inga.res
qe los
obgetos
que ,un quadro =representa , san en–
teramente diferentes de las ideas que, por medio del discurso
nos formamos de los puntos des.de donde ios rayos diver–
.gen ; cuya diferencia proviene de las difi;rentes magnitt.t..J
d:~s
~parentes
·de los
ob~etos
·c.onoddos
pintados
en
d
cua–
·dro.
Es rambien e~idente que el jukio que.
á
la vista
forma–
.ro-os de los lugares de las partes disrnntes de un
paseo
lar-–
go-
ó,
de una galería , de los ~e ·1as nJ.1bes.
y
cuer.pos
celes–
tes ,
son
enteramente
distintos
de
los. juicios que. por me~io
;del discurso
forn1a_mos ·
de
aqu:ellos dé_
don.delos
rayos vie-
nen
/