n
,
P R
Ó
LO G.O.
primero de la construccion
y
usos de estos 'instrumentos,
de las ilusiones
á-
que está expuesta la vlsta del . observ~–
tlor , por no equivocar las apariencias con
la
realitj.ad.,-. y
por consiguiente de las propiedades de
la
lu~ , fundamen–
to esencial de quanto importa saber acerca de los instru–
mentos astronómicos•. ·Todo estp lo enseña la Optica;
y
aunque son _grandes los socorros que suministra
á
Ja As–
tronomía , mas . prodigiosos par_ecen todavia los beneficios
' que dispensa
á
otras facultades : con su auxilio se ha per–
flcionado
la
Anatomía ,
ha
mudado de setnblante la ,~otá–
nica ,
y
,
por cifrar!o todo en una p~labra, ha hecho ines–
perados y maravillosos progresos toda la cienciá de la ·na–
turaleza. Pero en medio de tan serias tareas no se ha des–
deñado la Optica de idear varias representa~iones , que mas
tienen de curiosas y d~vertidas que de útiles; ya para .agra–
decer al hombre los adelantamientos qúe debe
á
su apli–
cacion , ya para que le sirvan de descanso
y
recTeo en los·
afanes con que los promueve.
Aunque son privativos de la luz los fen6menos que
en la Optica consideramos , prescindimos no obstante
de
su
esencia ; porque
á
nosotros no nos importa saber
si con-
.,
,
siste
en corpúsculos emanados :del cuerpo luminoso ,
ó
en
·una materia difundida
en
todas partes , bien
que de
in–
creíble sutileza , impelida del cuerpo luminoso ácía todas
las
direcciones. , Lo cierto
es , q11e ,
.sea lo .que fuere de
estas dos
opiniones , cuyas pruebas dexamos p.a ra
la
por–
fia
ó
temeridad de Físicos inquietos y atrevidos , 1a luz es
un