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O
G
O.
Aunqlle suponemos en los que hicieren empeño de leer
.ó
estudiar toda esta Obra bastante constancia,
pa.raque
no los
fastidie
la
aridez de algun-os puntos tratados en los
tres primeros Tomos , ni los desaliente la dificultad , Ó-la
falta de total certeza de otros que ventilamos en el quar~
to y quinto ; sin ·embargo creemos firmemente que avi–
vará su ardor , despertándoles mas la curiosidad , el asun–
to
que en este tratamos. Reyna por fortuna entre_ todos
los que componen un Curso de Matemáticas t~l depen–
dencia , que al mismo tiempo que va creciendo su núme..- -
ro , crece tambien el atractivo de sus respectivas materias:
como si esta circunstancia de los varios objetos en que
se exercita la Matemática
Mixta
hubiera de servir de ali–
mento
á
nuestra paciencia. Porque no es nada arbitraria
su coordinacion , fúndase en su misma esencia .; pues sien-~
_do -el movimiento la propiedad mas general de todos
!
os
cuerpos , la que mas influ·xo tiene en los fenómenos de
1
a
naturaleza , debia tambien ser lo primero que llamase la
atencion de la Físico-Matemática. Y si bien pa rece que
·á
la Din~mica debería seguirs_e inmediatamente la Astrono–
mía,
por reducirse todas las apariencias celestes al movi–
miento de .los astros ; no obstante , como por razon de las
distancias
á
que están de nosotros tenemos que observar–
los con instrumentos ópticos , · es indispensable enterarse
Tom.VJ,.
a
3.
pri.-
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