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4
Discurso IV.
§.
II.
4
Los Griegos posteriores, meditando
pro~
fundamente sobre los principios recibidos de
otras Naciones, vi
viendo
.en un buen
clima,
ba–
x-o sabios gobier.nos ,
y
saludables . leyes , de–
dicados no menos
a
la especulacion ' que
a
la
mecanica. : no menos
a
las ciencias utiles' que
a.
las curiosas , fecundado 1SU .entendimiento
con agenas ,
y
propias luces , er1igieron en su
territorio el emporio de la sabidurfa ,
y
su
Atenas siempre
foe
respetada por supremo
asiento de- las ciencias humanas. 4unque ello.s
mismos conocieron bien la ventaja que en ·el
cultivo de
SU
espfritu hacian
a
las demas gentes,
a
quienes generalmente daban el
nombr~
de
barbaros ; sin embargo , no tomaron para sl
el
nombre de
Sofos
,
sabios , sino el de FiI6sofos;
esto es , estudiosos ,
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amantes de la sabidu..,
rfa. Mas no por esto quisieron decir estos Fi-
16sofos
er~n
ig.norantes: no menos reynaba en
la
Grecia la vanidad, que Ia sabidurfa: solo q'uisie–
ron dar
a
entender las grandes dificultades que
promedian entEe la ignorancia ,
y ,
la dencia.
Tampoco pretendi'ao
ex~usar
la lucha ·con es–
tas dificultades , entregandase con ,iofatigable
apli-
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