Discurso. II.
ramit.osen el brasero. El Pueblo atenf o
a
la ce–
lebracion de este sacrinci@,rtza en el interin sus
particulares oraciones. Acabada la ceremonia,
hace el Sacerdote una platica al Pueblo, redu..
cida en SUbstancia
a
confirmar
SU
antigua
tra~
dicion , esto ·es :
~r
Que el Aldsimo
di6
a
Zo-
,, roaster
el
fuego como
un
simbolo de su invi–
"sil?le magestad , que se debe respetar como
"emanacion de ·Ia divina luz.
EQcarg~se
Ia ve-
" neracion por todo
lo
que tenga similitud con
,,el fuego, singularmente con el Sol,
y
la Lu–
,,·na, como testimonios ,
y
visibles imagenes de
"SU poder. Les exhorta
a
obs~rvar
sin supers- .
"ticion este antiguo rito de su ley , dando gra–
"cias al .Ser Supremo , que nos
dio
este admi–
"rable elemento ' como medio
de elevarse
a eh
,,elevacion
n0
menos necesaria para el mante–
" nimiento del alma , que lo es el fuego ele–
"mental para
el
mantenimiento del cuerpo (
1 )".
§.
III.
I I
3
Se imputa no obstante
a
los Parsis
por los Mahometanos muchos absurdos en la
practica de su religion , hasta decir sacrifican
ni-
('1)
Beauchamp. citado en la Historia imiversal.