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Discurso II.
'
l
en Ios estrechos Hmites de un edificio. Esta es
la
razon por que no usaban de templos, ni de
idolos , sacrificando
a
Cielo descu bierto en
Io
mas alto de los montes , significando con esto
mismo
la
inmensidad de aquel Dios
a
quien
adoraban. Segun estos principios, conducido
Xerxes eo
SU
vergonzosa vuelta
a
la Persia ' pa"'!
reci6 descargar su furor sobre los templos de
la
Grecia, dexando· pocos de quantos pudo encon·
trar en su camino que no echase al
suelo
(
1
).
64
Verdad es, que en esto puede notarse
una especie de contrariedad en los Persas con"
sigo
mismos.
Consta que los Persas tenian cier•
tos hogares ,
6
piros ; esto es , cierto modo de
templos, en que veneraban al fuego. Estrabon
habla de los
0
piros de Capadocia , construidos
a
imitacion de los de Persia (
z
).
De estos par...
ticulares piros se hace memoria en Pausanias,
y
otros antiguos Escritores.
65
Curcio , hablando de
la
gran disposi:–
cion ,
y
exterior hermosura del exercito de
Da–
rio , saliendo al encuentro de Nexandro, hace
-memoria de este fuego ' que precedia
a
todo el
( 1)
Cicer. lib.
2.
de Legib. cap.
1
o.
(2)
Strabon lib.
15.
exer-