Teologfa de los Ca!deos,
y
Persas.
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prisionero, conducido
a
Persia ,
y
tratado por
Sapor con la mayor indignidad , hasta hacer–
le servir de apoyo para montar
a
caballo, en
cuya esclavitud vivio unos nueve afios , desde
el
de doscientos
y
sesenta , hasta el de dos–
cientos sesenta
y
nueve , sin que los Roma–
nos se alentasen
a
redimirle. El furor entre los.
dos Imperios prosi_guio en los
aiios
siguientes
con mayor encono.
47
En estos tiempos vivian los Christia–
nos
en
la Persia en
la
mayor tranquilidad , per–
seguidos en el Romano lmperio con la mayor
violencia , lo que era causa de aumentarse en
la Persia el mimero de los refugiados,
y
de lo–
grarse con ellos la conversion de muchos
na–
cionales de estos paises. Los Persas miraban
a
estos refuges como enemigos de sus persegui–
dores ,
y
de los paises de donde se veian obli–
gados
a
retirar ,
y
por consiguiente como bue–
nos subditos de la dominacion
~
que venian
a
sujetarse.
48
La conversion de Constantino al Evan–
gelio mudo el aspecto politico de la Persia:
la paz por
el
concedida
a
la Iglesia
en el
Im..
perio Romano , toco al arma en el Persiano.
La
polltica de la Persia principi6
a
considerar, no
so-