Discurso II.
ron esta guerra como
Ia
mas gloriosa ,
e
im·
portante , pero siempre sin feliz suceso. ·
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EI ultimo Rey de la Nacion Partha
foe Artabano , contra quien por los afios
de
doscientos quarenta
de
nuest'ra Era , Artaxer....
xes , simple soldado Persiano ,
y
que se decia
descendiente de las antiguos Reyes de esta
Nacion, ayudado de una gran multitud de
co~jurados, se rebel6,
y
le quito la vida en una
batalla. Esto le vali6 la corona ,
y
el restable–
cimiento del trono en la Nacion Persiana. No
contento Artaxerxes con la posesion de sus in..
mediatos antecesores, pretendio ocupar la Si–
ria ,
contra quien march6 el Emperador Ale–
xandro Severo ,
y
logr6 vencerle , sin embargo
de
Ia numerosa tropa .de ciento ,
y
cincuenta
mil hombres que le
seguian. Sapor, que s.ncce–
di6
a
Artaxerxes, prosigui6 hacienda conquis·
tas c0ntra los Romanos en la Siria , Cilicia,
y
Capadocia. Valerio , Emperador Romano,
marcho contra el,
y
su viage no soloi rehizo
a
la Persia de
SU
anterior desgracia ' sino que
le ariadio mayores triunfos,
y
el Romano Jm-·
perio se vio en la irrision
la
mas lamentable.
Encontrados los dos exercitos Romano,
y
Per–
siano en Mesopotamia,
foe
Valerian~
hecho
pri·