sobre las Teologtas Naciona/es.
)
su·s discursos Ia novedad ,
y
vana reputacion
de hacerse gefes de un partido , sin lo que
quedaria su nornbre sepultado en el olvido.
Tal vez nada mas pretenden que explicar los
sisternas recibidos , cuya explicacion
mal
en–
tendida les ha hecho , sin pensarlo , gefes de
otros nuevos, aventajfodose cada Nacion tan-–
to
mas
en delirios , quanto era mas viva la
irnaginacion
de sus Filosofos ,
y
Poetas en
me..
taforas ' alegorfas '
imagenes '
e
invendones.
§.
I
l.
6
No solo se glodan las
Naciones de te·
· ner sus Sabios , Filosofos ,
y
Teologos , sino
tambien sus Profetas , como entre'ilo J Persas
un
Zoroaster , un Mahorna
entre los Arabes,
mi Birrnah.,
un lloe , 6 Fo ,
un
Esciaco
en
Ios
vastisimos Paises del lndostan , un
Confucio
en la China ,
y
asi
otros
verdaderos entusias...
tas ,
y
fanaticos ;
y
sin
embargo
tan venera-–
dos, que no solo
les
aproximan, como
divinos
Heroes ,
a
la
Divinidad , sino
que
en algunas
Naciones es tan superior este culto, que pa• .
rece adorarlos
como
a
Dioses ,
y
en este sen- ·
tido hablan algunas relaciones antiguas ,
y
modernas,
de
Viageros
a
SUS
paises ' de
que
Tom. III.
A 3
en