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Discurso
I.
Autor : esta crece despues que muerto encu–
bre la tierra sus defectos fisicos ,
y
acaso tam·
bien sus vicios morales ,
y
se manifiesta solo
en sus escritos un rico fondo de su esplritu.'
El empefio de sus compatriotas en seguirle
va hasta no examinar lo que dixo '
6
es.cri–
~i6
, sino si asi lo dex6 dicho ,
6
escrito.
El
tiempo le
va
dando mayor cuerpo ,
y
mayor
fama : como corren los afios , asi su autori–
~ad
se vigora. Tanto mas bien este empefio
se fortifica , quanta su doctrina se acomoda
mejor con la presente politica ,
y
con las
in~
~linaciones
humanas ' hasta llegar
a
ser gra–
ve delito el pretender examinarla '
y
execra'–
ble
mF.da~el contradecirla.
5Por otra parte , no siendo da'bles Ca–
denas con que ligar
el
discurso
a
los Filoso–
fos , cuyo caracter es la libertad de pensar,
.siempre se han encontrado murmuradores con–
tra los sistemas recibidos, formando otros nue–
vos , que poco
a
poco Van hacienda
SU
fama,
logrando oidos benevolos ' de que
a
lo tilti–
mo provieneo eocontrados sistemas ,
y
de que
se originan parcialidades. Dirige muchas ve–
ces
a
los Filosofos en
SUS
invenciones el de–
.seo del acierto ; mas no es raro sea el fin
de
SUS