sobre las Teologfas Nacionales.
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mente que otras Naciones.
N~
hay cosa mas
comun , por todos los siglos experimentada,
que el ver que la Religion va al paso de las
!eyes,
y
costumbres de las Naciones, Pue–
blos , y Prlncipes que dominan la tierra. Tan–
ta diversidad hubo , y aun hay en esto , que
girando todos
acia
el t1nico Ser de
SI
mismo,
Autor de todo , por quien es todo , y que es
fin de todo , parece tener cada uno su Dios
singular , distinto enteramente del que otro
adora , no menos en esencia , y perfecciones,
que en el nombre , y en e] culto.
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En todas las Naciones hubo , y tienen
· todas sus Fil6sofos , y sus Te6logos , sus Poe–
. tas , sus Historiadores , y finalmefrte '4 us Sa–
. bios en" varia literatura. Aun entre las Na-
ciones barbaras hubo ,
y
hay hombres en
quienes resplandece a1guna sabidurfa natural,
que ellos no reputan tan poca como noso–
tros pensamos. Un hombre , por uno de aque..
Hos motivos que constituyen el heroismo , se·
gun las circunstancias del tiempo en que vi–
ve , se ha grangeado Ia atencion , veneracion,
y
respeto de todos , 6 de un numero sufi–
ciente
a
ensalzarle sabre las alas de
la
fama.
Sus discursos participan de la veneracion del
Az
Au..