Teologta de los Caldeos,
y
Persas.
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ros del cantaro ' saliendo el agua por todas par–
tes , apag6 el fuego , con lo que vencidos los
Magos, sali6 Canopeo victorioso (
1 ).
Este es
un cuento , que creo podra pasar bien entre ni–
fios ,
y
gente simple,
y
no entre aquellos que
tengan alguna noticia de la sabiduria , discre·
cion ,
y
prudencia de los Caldeos. Puede no
obstante probar , viniendo de larga tradicion,
que en
la
voz del vulgo corria el fuego , como
el Dios de los Caldeos , con la misma venera–
cion que otras gentes adoraban los ldolos , 6
simulacros dfodoles diversos nombres divinos.
§.
II.
8
La mas infeliz idea de los Caldeos en
orden al Supremo Autor del Universo,
foe
dar–
le por compafiero,
6
compafieros coex1stentes
en la misma eternidad ' otros dos principios'
a
quienes nombraron luz ,
y
tinieblas. Los dos
fueron procreados ,
6
salieron del primer prin-
. dpio por una misma generacion , el uno co–
rno
luz ,
y
el otro como tinieblas : el uno co–
mo emanacion substancial de
la
gloria del pri–
mer Ser ,
6
princi pio :
el
otro por necesidad
de
(r)
Rufinus Historire Ecclesiasticte, lib.
2.
cap.
26.