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Disc1,rso
IV.
en esto comunmente tiene parte que sea extra-
ño
á
nuestra natural
complexion.
Alguna d ebi–
lidad
en el cuerpo,
y
turbacion
de la imagi–
nativa,
es la causa de estas apariciones,
y
nues–
tra·s
singulares
propensiones
las
toman
segun
el
peso
de su
inclínacion , haciendo
errados
con–
ceptos ,
á
que
no
poco co11tribuyen consejeros
ignorantes ,
é
imprudentes·. No
hay
que
parar..
se en la extrañeza de las visiones por mas
com...
plicadas
que
parezcan ,
por
mas extrañas ,
por
¡µas
conform~s, ·ó _discooform-es
_á
los actuales,
pensamientos :
de todo es
capaz
nuestro vnatu–
ral
estado :
y
mientras -n<í
conste
otra
cosa ·con
evidencia, todo
·debe juzgarse dentro
de ' la na–
turaJ
esfer~
,·'... y ,
rt,Hl}b,os .,
.bien_.
que singular-es~-
J
de
.la.
natun1leza , ;
si-~ qüe,
Angel
bueno ,-ni .ma- .
lo en ello
t·enga
parte.
-Los
gravemente enfer–
mos, y '. singularmente_los_mo-tibundos,
en
quie-
,,
nes la-¡debiJidad ,
_:y~
la
tt;1_r_bacion
·_ es ,extrema,
d~ben ·po_r consi_guiente
estar
·mas expuestos
á·
~sta~.
ap
4
riencias; de lo
que
tengo .alguna _expe–
r,iencia; pero
en
todos
la natural
causa es una
n1isrna'
y
ser;í.n
~ayores
'los
efectos
qua~to '.la·
e:aU's~
_se
,haUe :~u
mayor
proporciqn
,á
prod~cir:..
los.
Encomendén1onos
en
todo acontecimiento
á
un Dios- invisible ,
~
u~ J)iqs
~scon.d.i4o ,
corr?
di-