Discurso IV.
que da nombre de
filaterios
,
á
la Reyna
Tea-_
delinda de los Longobardos , respondiéndole
quando le participa el nacimiento de un hijo,
como preservativos · de adversidades (
1 ).
Mas
estos deben ser exemplares de mera imitacion;
pero sin abusar
para
supersticiones , ni vanas
observancias.
§.
IX..
106
Del Evangelio consta , que no solo
los
demonios infestan
á
los hombres , sino
tam–
bien que pueden i_nfestar
á
los brutos , como
. resulta de la legion de malignos espíritus , que
, mandada salir por Jesu-Christo de un hombre·,
pidió ,
y
alcanzó introducirse en los cerdos ,
á
los que precipitó en el
J
ordan. Pero este
fué
ún caso particular , que necesitó expreso man–
dato del Salvador ;
y
no se debe- traer , ni apli–
éar
á
comunes acontecimientos. La
natural ,
y
prodigiosa-máquina de los bru.tos, está, com9 la
hum·ana, expuesta
á
enfermedades de diversidad
de síntomas , en que no tiene parte el demonio,
. como ni la deben tener en su -curacion los con–
juros ; mas el vulgo vi ve -tan errado en la in–
discJeta posesion diabólica de los brutos , co'"!I'
mo
( 1)
!3•.
Gregor. lib.
14-.
epistol.
ú -.